40.- ESTANQUE VEDADO

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– No sé qué puede ser, pero no es un pájaro – respondió Anborn, el centinela – Tiene cuatro miembros y se zambulle como un hombre; y con maestría, además. ¿en qué andará? ¿buscando un camino por detrás de la cortina para subir a nuestro escondite? Me parece que al fin hemos sido descubiertos – tembló ante la posibilidad, sujetando su espada

– ¿dispararemos? – preguntó Faramir, volviéndose rápidamente a Frodo.

– ¡NO! ¡NO! ¡TE SUPLICO QUE NO LO HAGAS! – Frodo tardó un momento en responder

De haberse atrevido, Sam habría dicho «sí» más pronto y más fuerte. No alcanzaba a ver, pero por lo que Frodo y Faramir decían, podía imaginarse qué estaban mirando.

– ¿sabes entonces qué es eso? – interrogó Faramir sin perder de vista bajo – Bien, ahora que lo has visto, dime ¿Por qué hay que perdonarlo? – cuestiono – En todas nuestras conversaciones, no has nombrado ni una sola vez a vuestro compañero vagabundo, y yo lo dejé pasar por el momento – señalo lo obvio

Frodo paso la saliva con dificultad, ¿Qué hacer? Dio un vistazo con rapidez por los alrededores buscando a esos niños, no hay modo que este miserable este aquí solo, ¡no! ¡no hay forma!

– Envié en su busca a mis mejores cazadores, pero se les escapó, y no volvieron a verlo hasta ahora, excepto Anborn, aquí presente – señaló Faramir al hombre que los acompañaba – que lo divisó un momento anoche, a la hora del crepúsculo. Pero ahora ha cometido un delito peor que ir a cazar conejos en las tierras altas: ha tenido la osadía de venir a Henneth Annûn, y lo pagará con la vida – espera una respuesta del Hobbit – Me desconcierta esta criatura: tan solapada y tan astuta como es, ¡venir a jugar en el lago justo delante de nuestra ventana! ¿se imagina acaso que los hombres duermen sin vigilancia la noche entera? ¿Por qué lo hace? – lanzo las cuestiones que dan vueltas en su cabeza

– Hay dos respuestas, creo yo - contesto Frodo aun revisando el lugar con discreción – Por una parte, esta criatura conoce poco a los hombres, y aunque es astuta, vuestro refugio está tan escondido que ignora tal vez que hay hombres aquí – resalta como el escondite está bien escondida

– Buen punto – acepto el llamado Anborn con la flecha lista para ser soltada

– Además, creo que ha sido atraído por un deseo irresistible, más fuerte que la prudencia – añadió, haciéndose la misma pregunta

– ¿atraído aquí, dices? - preguntó Faramir en voz baja – ¿es posible... Sabe entonces lo de tu carga? – pregunta interesado

– lo sabe, sí. El mismo la llevó durante años – respondió alicaído y alerta al no encontrarlos

– ¿el la llevó? – abrió los ojos ligeramente Faramir, estupefacto, respirando entrecortadamente - Esta historia es cada vez más intrincada y enigmática. ¿entonces anda detrás de tu carga? – curiosea, ¿Cómo es posible?

– tal vez. Es un tesoro para él. Pero no hablaba de eso y lo que busca es pescado – susurro Frodo con miedo, están perdidos

Escudriñaron la oscuridad del lago. Una cabecita negra emergiendo de la profunda sombra de las rocas. Con una agilidad asombrosa, una figura que parecía una rana trepó fuera. Al instante se sentó y empezó a mordisquear algo

Faramir se rió por lo bajo

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LA VOLUNTAD DE ILUVATURDonde viven las historias. Descúbrelo ahora