LA VOLUNTAD DE ILUVATUR

POR UNA OPORTUNIDAD SOBRE LA OSCURIDAD

Llegaron los elfos, liderados un poderoso señor elfo, Glorfindel, el más grande guerrero élfico del que se ha conocido en la última era. Fueron recibidos con gran alegría por los soldados

̶ ¿Por qué? – pregunto el rey Théoden conmocionado por la sorpresa, no lo hubiera esperado ni en los más fantasiosos sueños su presencia; es simplemente inesperado

̶ Mi señor – saludo Legolas con alegría, acercándose, es bueno verlo. No lo ha visto desde su partida de Rivendell. No lo esperaba

̶ Quizás sea hora de que vuelvas al bosque negro, Legolas – pronuncio el señor elfo viendo que la mirada del príncipe cambio desde su último encuentro, además que no viene solo. Su mirada se centró por completo en el menor – tú – avanzo un paso al menor

Dragón no respondió, solo una sonrisa discreta. Aunque este no es quien esperaba por decirlo de alguna manera, bueno, poco importa

Lord Glorfindel era alto y erguido, el cabello de oro resplandeciente, la cara joven y hermosa, libre de temores y luminosa de alegría; los ojos brillantes y vivos y la voz como una música; había sabiduría en aquella frente y fuerza en aquella mano.

El guerrero elfo desvió su mirada hacia Aragorn, ajusto sus ojos al ver que veía de forma única al menor, casi desprecio u odio, centro su atención, Legolas miraba... abrió los ojos ligeramente, en la mirada del príncipe había algo que no había visto jamás en un elfo, al menos en uno nacido en estas tierras, en la tierra media

Después centro su mirada en el rey humano; Théoden, rey de Rohan, este parecía ignorar al menor, ¿Qué ocurre entre ellos? Alzo una ceja curioso

– Por una oportunidad de victoria sobre la oscuridad – respondió el señor elfo con su mirada totalmente centrada en el menor.

Hay un poderoso aura rodeando al menor, pero también bastante conocido, lo ha sentido antes, lo ha sentido está convencido de ello, ¿Quién es este niño? ¿Por qué se siente sombrío?

– ¿Cómo supiste? – cuestiono el incrédulo Rey hacia tan grandioso señor

– Hey – llamo Draco al líder de los elfos. No sabía su nombre, mas es claro que este elfo es un señor, posiblemente un rey. Llegando hasta ellos con premura – esperaba que respondieran de Lorien, y desde luego ustedes no los son – observo a los elfos, no los esperaba tan pronto

Bueno no importa, solo debe cambiar un poco sus planes, levanto su varita y de ella una figura azulada se alzó en los cielos

̶ Fue una convocatoria, con una oferta irrechazable – respondió Haldir, hacia el rey, aunque nunca quito su vista del menor, él fue quien mando el mensaje – ¿Qué puedo hacer por ti? – pregunto curioso, pues no hay mucho tiempo para explicaciones

Quienes también habían llegado, justo detrás de los elfos de Rivendell. El señor Celeborn los envió en auxilio del Rey Théoden, tras escuchar el pedido del Dragón de magia y la persuasión de lady Galadriel

Glorfindel miro al general de Lorien, Haldir, es claro que conoce al niño; claro también que lady Galadriel, algo que es muy interesante, sería interesante saber la opinión de la dama acerca del niño

̶ Quién escuche este mensaje, sea el elfo que sea, nos enfrentamos a un gran ejército en el abismo del Helm, he diseñado un plan para aniquilar estas tropas, por ellos recurro a quien gloria desee sobre la oscuridad que se cierne sobre la tierra media – había dicho el Dragón de magia azulada que se presentó.

El señor de Rivendell, Lord Elrond, Después de reflexionarlo a profundidad; opto por enviar a su guerrero más confiable; para comprobar al osado mago que mando el mensaje