LA VOLUNTAD DE ILUVATUR

EL FUEGO HECHO VIDA

– ¿Ustedes conocen la salida de este lugar? – preguntó Scorpius con temor, atento a esas alimañas que empiezan a rodearlos poco a poco

A lo que el viejo de la larga barba asintió; aunque confundido, sin saber ¿quiénes eran esos niños? o ¿Qué hacían allí? No es el momento para hacer preguntas

– ¿Qué hacen aquí? – preguntó un hombre de cabello largo negro, y un poco de barba matando un orco de manera sanguinaria

– Tuvimos un accidente de índole mágico y llegamos aquí – respondió Dragón no muy convencido de decirles los detalles, acercándose a ellos

– Será mejor que reserven sus energías para ellos – señaló Albus temblando, ¿Por qué ocurrió aquello? Viendo cómo esas asquerosas cosas se acercaban a ellos

Draco nunca bajó la guardia y empezó a luchar junto con esos hombres extraños, como dice el dicho muggles un enemigo en común, es alianza

El Viejo comenzó a guiarlos por los desolados y abandonados pasillos de aquel lugar, ¿Que era esa cosa? ¿Un castillo? Esta seguro que donde llegaron era un salón. No supo por cuánto tiempo estuvieron corriendo por ese lugar, siempre defendiéndose de esas criaturas asquerosas, no servían sus hechizos leves

Sin más opciones, ni salidas había empezado a usar maldiciones como Cruccio e imperio silenciosas, aún no llegaba al Avada; en este momento agradece a su madre, su entrenamiento fuera de lugar, definitivamente Narcissa era la mejor bruja de la historia

Todo el grupo se vio rodeado por esas criaturas, cientos, quizás miles de ellos. En palabras del viejo eran llamadas orcos, eran demasiado feos ante la opinión de Draco

– Quemaré a todos – susurro Dragón al par de serpientes – hagan un poderoso campo de protección, el mejor que hayan imaginado alguna vez – le murmuró con una sonrisa siniestra

¿Qué posibilidades había que esto funcionará? Ninguno, pero acaso tienen otra opción, no, ahora tiene un hijo que proteger, tiene que usar todo lo que sabe

Los amigos con algo de temor, asintieron; sin embargo, antes de que pudieran efectuar el plan, los Orcos comenzaron a alejarse, a trepar los muros, pilares, huyendo despavoridos como ratas de un depredador

Dragón por un momento creyó que habían adivinado su plan, sin embargo, se dio cuenta de que no. Un rugido infernal retumbo por todos lados; algo más poderoso que estas criaturas asquerosas, venía hacia aquí. Un sudor frío recorrió su espalda, casi estuvo tentado a retroceder por la magia abrumadora que sintió acercándose

Justo ante ellos, a los pies de dos enormes pilares, se había abierto una gran fisura. De allí venía una ardiente luz roja y de vez en cuando las llamas lamían los bordes y abrazaban la base de las columnas

– ¿Qué nueva criatura es ésta? – preguntó el hombre castaño de barba, casi como el otro, con una armadura medieval

Todos estaban muy asustados, Draco también, aun así, se colocó delante los dos menores, aunque muy detrás de todo el grupo extraño

Allí había un viejo que era bastante alto, también estaban esos dos hombres se los podía llamar así, parecían ser normales, no habían demostrado una habilidad particular a excepción de que eran grandes espadachines, después estaba el de las flechas, no sabía si era un hombre o un elfo, no un elfo doméstico, eso sería insultarlo; no lo podía describir con exactitud

También estaban esos pequeños hombrecitos, no sabría si catalogarlos como niños o no, tal vez eran gigantes y sólo eran unos niños, no podía ser, pero todos estaban asustados viendo con temor y en esa dirección donde se escucha un rugido el escalofriante