𝑻 𝑾 𝑬 𝑵 𝑻 𝒀 𝑺 𝑰 𝑿

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Días después...

Era sábado por la noche, específicamente casi media noche y Felix ya se encontraba profundamente envuelto en los brazos de Morfeo. El chico había tenido una semana pesada, llena de estrés con sus estudios y la breve pasantía a la que asistía, que para su suerte, ya estaba próxima a terminar.

Había sido una experiencia grata y llena de nuevos aprendizajes para el rubio, aunque también fueron las últimas semanas más pesadas de su vida.

Aquella tarde del sábado se desconectó por completo del exterior y se mantuvo todo el día ocupado estudiando. No había caído en cuenta que su teléfono celular estaba por explotar por la cantidad de mensajes y llamadas que había estado recibiendo de parte de Soojin en el transcurso del día.

Después de un rato, como si escuchara una voz llamándolo desde lejos, Felix abrió sus ojos con dificultad. La intensa luz de la sala, justo encima del sofá donde se había quedado dormido, lo golpeó de inmediato cegándolo por un momento.

Un poco aturdido y con la cabeza dándole vueltas, se reincorporó sintiendo un calambre insoportable en la parte trasera de su cuello por haberse quedado dormido en el sofá.

Se levantó y caminó aún medio inconsciente hacia la entrada del apartamento, para ese momento, el pecoso aún no entraba completamente en sus sentidos, pues no se dió cuenta que abrió la puerta teniendo la mitad de su cuerpo desnudo, llevando únicamente unos pantalones largos de pijamas color azul marino, que apenas se sostenían en sus caderas.

Felix se frotó suavemente los ojos para enfocar la vista, y ahí estaba ella, la encantadora castaña, dueña de sus suspiros, mirándolo con una sonrisa radiante que se desvaneció gradualmente, a la vez que sus ojos descendían por su figura semi desnuda y bien esculpida por el ejercicio constante que realizaba su mejor amigo.

Quedó hipnotizada, observando cada rincón de su atractivo y atlético cuerpo

—Wow... Lix... H-hola. Luces un poco... ¿Interrumpí algo? —dijo sonriendo torpemente, mientras echaba una mirada rápida al interior del apartamento en busca de alguna pista que indicara si estaba solo o acompañado.

En realidad, la buscaba a ella, a la chica de la que Chan había hablado accidentalmente días atrás durante una de sus reuniones después del trabajo o las clases. Chan, un poco más hablador de lo habitual bajo los efectos del alcohol, había soltado con todo detalle esa noche que Felix había llegado con una misteriosa compañera a su trabajo.

Estaba ahí para finalmente terminar con aquellas dudas que estuvieron carcomiendo su cabeza todo el día.

Felix no atendió a sus llamadas ni mensajes durante todo el día y quería averiguar el motivo de ello.

No pudo sacarse la idea de que tal vez estuvo bastante entretenido con esa tal Anya que había mencionado Bang Chan días atrás.

Por alguna razón, sintió una punzada de molestia al imaginar siquiera a Felix con una chica. Cada vez que esa idea cruzaba su mente, su pecho se oprimía con una sensación desagradable que comenzaba a irritarla.

Con un tono de voz dulce y un poco coqueto, Soojin llamó nuevamente la atención de Felix, notando que parecía un poco somnoliento frente a ella. En cuestión de segundos, cualquier rastro de cansancio en el cuerpo de Felix desapareció tan pronto como se dio cuenta de que la persona frente a él era Soojin.

𝑳𝒐𝒗𝒆𝒔𝒊𝒄𝒌; 𝙷𝚢𝚞𝚗𝚓𝚒𝚗 𝚢 𝙵𝚎𝚕𝚒𝚡 ⁺¹⁸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora