𝑭 𝑰 𝑭 𝑻 𝒀 𝑭 𝑶 𝑼 𝑹

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Hyunjin manejaba por las calles, disfrutando ligeramente del viento acariciando su rostro a través de la ventana entreabierta. El día soleado parecía un contraste cruel con la oscuridad que sentía en su interior. Intentaba concentrarse en la carretera, en el zumbido suave del motor, y en la música que sonaba a bajo volumen en la radio, en lo que sea, pero nada de eso lograba calmar la inquietud que lo había perseguido en los últimos días, como una sombra que no podía sacudirse.

Sus pensamientos volvían una y otra vez a Soojin y Felix, a los increíbles momentos que compartían, al vínculo que había crecido entre ellos mientras él luchaba contra sus propios demonios. Una punzada de ansiedad recorría su cuerpo cada vez que imaginaba lo que podría estar sucediendo a sus espaldas con Jae Min, su propio padre, esa sensación de perder el control sobre lo poco que le quedaba en su vida lo asfixiaba.

El tráfico, sorprendentemente ligero para ser mediodía, le permitió detenerse en un semáforo sin la habitual prisa del día a día. Mientras esperaba la luz verde, sintió la vibración de su teléfono en el asiento del copiloto y sin pensarlo, lo tomó con una mano, movido más por la costumbre que por la curiosidad, esperando algún mensaje rutinario, tal vez de su madre recordándole otro evento al que debía asistir, o incluso de Felix, el único que parecía saber cómo calmarlo en los momentos difíciles.

Sin embargo, al desbloquear la pantalla, no fue recibido por la habitual lista de notificaciones inofensivas. En su lugar, una avalancha de mensajes, alertas y notificaciones inundaron la pantalla, y sobre todo, un encabezado que le cortó la respiración y lo dejó clavado en su asiento, como si el tiempo se hubiese detenido por completo.

“¡Hwang Hyunjin envuelto en triangulo amoroso!”

“Hyunjin y Felix: Dos amigos que comparten mucho más que solo secretos… Y la misma chica. ¿Amigos o amantes?”

“¿Quién es Jang Soojin? La ambiciosa caza-fortunas en el mundo de la élite.”

Las palabras se repetían en su mente, una y otra vez, mientras sus ojos intentaban procesar lo que estaba leyendo. Su mano temblaba visiblemente, incapaz de sostener el teléfono con firmeza, sintiendo su pulso retumbar en sus sienes, y su corazón latir tan fuerte que podía oírlo en sus oídos, como si quisiera escapar de su pecho. No podía creerlo, no quería creerlo, pero la evidencia estaba justo frente a él, cruda y despiadada.

La realidad lo golpeó con la fuerza de un huracán, arrancándole cualquier resto de calma que pudiera haber tenido. Su mente se nubló con pensamientos caóticos, y el sonido de los autos, las bocinas, todo se desvaneció en un zumbido sordo mientras sus ojos se enfocaban en las palabras que aparecían en la pantalla.

El semáforo cambió a verde, pero no podía mover ni un músculo, atrapado en la urgencia de entender lo que estaba ocurriendo, aunque una parte de él se negaba a aceptarlo. Su mano temblorosa deslizó el dedo por la pantalla, haciendo clic en el enlace del artículo que amenazaba con desmoronar todo lo que conocía. Finalmente, las palabras llenas de veneno se desplegaban ante sus ojos, hundiendo su corazón con cada palabra que leía, con cada fotografía que veía.

Las imágenes capturadas en momentos que creía privados ahora estaban expuestas al mundo entero, revelando no solo la cercanía entre él, Soojin y Felix, sino sugiriendo algo mucho más oscuro y retorcido. Cada foto era un golpe directo a su ya frágil estabilidad, y el tono malicioso del artículo hacía que la sangre se le helara en las venas. Pero lo que más le golpeó fue el tono acusador del artículo, sugiriendo que su relación con Felix era más que una simple amistad, insinuando una relación secreta e ilícita.

Sentía cómo su mundo se desmoronaba ante sus ojos como un castillo de naipes ante el más leve soplo de viento. Y justo cuando sentía que ya no podía soportar más, el estridente sonido de las bocinas lo devolvió bruscamente al presente. Miró hacia adelante y se dio cuenta de que los autos detrás de él comenzaban a rodear su vehículo, impacientes por continuar su camino.

𝑳𝒐𝒗𝒆𝒔𝒊𝒄𝒌; 𝙷𝚢𝚞𝚗𝚓𝚒𝚗 𝚢 𝙵𝚎𝚕𝚒𝚡 ⁺¹⁸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora