𝑭 𝑶 𝑹 𝑻 𝒀 𝑻 𝑾 𝑶

226 18 24
                                    

Los ojos risueños de la menor recorrían cada centímetro del rostro del mayor, una y otra vez con una suavidad pronunciada como si estuviera abrazándole con la mirada.

Hyunjin observaba la ciudad desde el balcón en silencio, su respiración había recobrado la calma, a pesar de haber estado llorando. Su mirada se perdía fácilmente en cualquier cosa, los autos que transitaban, las personas que iban y venían, e incluso las aves que surcaban el cielo. Sin embargo, por más que intentaba distraerse, su mente seguía siendo un laberinto del que parecía no encontrar salida.

La reciente visita de su madre había dejado un amargo sabor en su boca, un peso emocional que lo seguía atormentando. Estaba preocupado.

Tenía temor por lo que podría pasar.

El miedo lo invadía, no solo por lo que podría sucederle a él, sino también por el peligro en el que había involucrado a Soojin. La había arrastrado sin piedad a ese abismo del que él mismo ansiaba escapar algún día, y ella no tenía ni la menor idea de la oscuridad que les rodeaba.

Hyunjin temía ser el responsable de su tristeza, deseaba con fervor no ser la causa de su dolor ni llenar su corazón con un vacío si, eventualmente, fueran separados.

No quería ser un amargo recuerdo en su memoria, pero tampoco estaba dispuesto a dejarla ir. Renunciar a ella ahora era algo impensable para él. En estos momentos, Soojin es su única fuente de felicidad en sus días grises. Cuando ella está cerca, él finalmente vuelve a sentirse vivo.

Soojin lo envolvió con ternura, deslizando sus brazos alrededor de su cintura con suavidad. Sus dedos se entrelazaron con delicadeza, aferrándose a él como si fuera su ancla en medio de la tormenta. Con un suspiro relajado, apoyó su cabeza en su espalda, dejando que la calidez de su presencia la envolviera por completo.

Hyunjin permaneció inmóvil, como si estuviera ausente, su mirada perdida en algún punto distante. Era como si su mente estuviera vagando en un lugar completamente diferente muy lejos de la realidad.

Los dedos delicados de Soojin se deslizaron con suavidad sobre el tejido del suéter de Hyunjin, jugando con la tela mientras tarareaba una melodía suave. Con cada nota, parecía sacarlo poco a poco de sus pensamientos, trayéndolo de regreso al presente.

Soojin abrió los ojos lentamente al sentir el cuerpo del mayor girándose hacia ella con cuidado de no romper con la cercanía. La mirada del rubio se encontró con la de la castaña, y en ese instante, pareció como si el tiempo se detuviera a su alrededor.

Sin soltarla, la tomó con más fuerza, como si temiera que desapareciera si la soltaba. Al ver la ligera sonrisa cruzando el rostro de la menor, un atisbo de pesar cruzó por sus ojos mientras mordía su labio con un gesto de remordimiento. Sabía que cada momento compartido con ella la llevaba más hacia un camino incierto, uno del que no podría escapar fácilmente y que amenazaba con traerle más dolor.

—Lo lamento. —Hyunjin musitó con pesar, apretando los ojos y aferrándose con fuerza a ella. Su disculpa resonó en la habitación, cargada de arrepentimiento. —Perdóname, Soojin-ah.

La tensión en su agarre reflejaba el conflicto interno que lo consumía. Soojin alzó la mirada, encontrándose con los ojos llenos de tristeza de Hyunjin, buscando una explicación a sus disculpas.

—No... —respondió ella con suavidad, buscando entender sus sentimientos. — ¿Por qué te lamentas?

—He sido egoísta contigo... Desde el inicio. —susurró quebrándose con pesar. Tragó con dificultad, sintiendo un nudo en la garganta al revivir las palabras que una vez confesó a Jeongin sobre su plan de utilizarla para su propio beneficio.

𝑳𝒐𝒗𝒆𝒔𝒊𝒄𝒌; 𝙷𝚢𝚞𝚗𝚓𝚒𝚗 𝚢 𝙵𝚎𝚕𝚒𝚡 ⁺¹⁸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora