En medio del torbellino universitario, Jang Soojin, una joven de 19 años, se topa inesperadamente con Hyunjin y Felix, dos ex mejores amigos que ahora son rivales irreconciliables. Unidos por un pasado compartido y un amor no correspondido por la mi...
Lunes por la mañana, con menos de dos horas antes de que comenzaran las clases, Soojin se encontraba sentada frente a su tocador, mirándose al espejo. Su mente daba vueltas, todo debido a los recuerdos de Hyunjin y lo que había sucedido horas atrás...
No podía quitarse de la cabeza la sensación que le causaba el hecho de que Hyunjin había estado a punto de besarla frente a su puerta antes de marcharse.
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La cita había llegado a su fin, habiendo sido un momento divertido y una oportunidad para conocerse mejor. Hyunjin la acompañó hasta la puerta de su apartamento, dónde ambos en silencio intercambiaron miradas por última vez antes de despedirse.
Justo cuando Soojin estaba a punto de abrir la puerta, Hyunjin la detuvo suavemente, haciéndola girar para enfrentarlo una vez más.
—Ha sido una tarde maravillosa Soojin. —Hyunjin rompió aquel incómodo silencio que se había formado entre ambos, poco a poco soltó su agarre con una sonrisa honesta.—Disfruto mucho el tiempo que paso contigo, gracias por acompañarme hoy.
Soojin sonrió con dulzura asintiendo avergonzada con un ligero rubor.
—Realmente la he pasado muy bien contigo, estuvo increíble la cena, el cine y... el obsequio... Gracias Hyunjin-ssi... muchas gracias... —Soojin le hizo una corta y muy rápida reverencia, Hyunjin devolvió la sonrisa.
—Ha sido un placer, me encantaría volver a repetirlo en cualquier momento... Por cierto... ¿Me darías tu número? —respondió cabizbajo con un toque de timidez que sorprendió a Soojin, mostrando un lado de él que no había visto antes.
Ella accedió con un angelical y amigable "Mhmm" como respuesta.
Hyunjin sonrió y sacó su teléfono de su elegante saco negro. Al entregárselo a Soojin, ella lo tomó con una tímida sonrisa y mejillas coloreadas, mientras ingresaba rápidamente su número.
El más alto recibió nuevamente su teléfono, dando un corto paso hacia ella. Ahora la distancia entre ambos era casi inexistente. Lamano del rubio se deslizó suavemente por la mejilla de Soojin. Ella se quedó paralizada, con la mirada fija en el suelo, claramente nerviosa y con las mejillas ardiendo.
Evitar su mirada parecía ser su única escapatoria.
Notando que Soojin evitaba hacer contacto visual, frunció ligeramente el ceño y deslizó sus dedos hacia la barbilla de la castaña, levantando suavemente su rostro para que sus ojos se encontraran.
Sus ojos se encontraron con deseo. El mayor no pudo evitar desviar su mirada hacia los labios de la menor, pensando en lo tentadores que se veían con ese brillante labial en ellos. Con delicadeza, se acercó, atrayendo a Soojin hacia él. Sus labios se rozaron suavemente y sus respiraciones se mezclaban mirándose a los ojos.
