𝑳𝒐𝒗𝒆𝒔𝒊𝒄𝒌; 𝙷𝚢𝚞𝚗𝚓𝚒𝚗 𝚢 𝙵𝚎𝚕𝚒𝚡 ⁺¹⁸

𝑭 𝑰 𝑭 𝑻 𝒀 𝑻 𝑾 𝑶

Soojin esperaba ansiosamente en la acera, observando el ajetreo de Seúl mientras la música resonaba en sus oídos y la lluvia caía suavemente, creando un ritmo relajante contra el asfalto. Las bolsas de compras descansaban a sus pies, llenas de víveres que había comprado antes de ser sorprendida por la lluvia otoñal. Estaba esperando la llegada de Felix para ir juntos hacia el apartamento de Hyunjin.

Miró a su alrededor, disfrutando de la luz tenue de las farolas reflejadas en los charcos, mientras las gotas de agua resbalaban por su paraguas. La brisa fresca y el sonido de la lluvia le daban una sensación de calma, en contraste con el bullicio de la ciudad.

Su burbuja de serenidad se rompió abruptamente cuando una elegante camioneta Audi negra se detuvo justo frente a ella. El vidrio tintado se bajó lentamente, revelando el rostro severo de Hwang Hyun-Su. Un escalofrío recorrió su espalda y sintió un nudo en el estómago al reconocerlo de inmediato. Había visto su rostro en fotos y escuchado innumerables historias de Hyunjin sobre su padre.

Hyun-Su la miró fijamente, con una expresión inmutable, como si analizara cada detalle de su ser. La castaña sintió cómo sus manos comenzaban a temblar ligeramente, apretando con más fuerza el paraguas para mantener la compostura.

—Jang Soojin, ¿verdad? —dijo con una voz profunda y firme, que parecía resonar incluso a través del ruido de la lluvia. Su tono era autoritario, y aunque su mirada tenía una suavidad superficial, no dejaba de hacerla sentir un poco intimidada.

Soojin tragó saliva, sintiendo que su boca se secaba. Hizo una pequeña inclinación como muestra de respeto, intentando mantener la calma.

—S-sí... —respondió ella, en apenas un susurro audible.

La presencia del hombre era abrumadora, y cada segundo que pasaba bajo su escrutinio hacía que se sintiera más pequeña e indefensa. Tras unos segundos de silencio que parecieron eternos, Hyun-su habló de nuevo.

—Ahora que finalmente he tenido la dicha de conocerte, me gustaría conversar un poco contigo. Hyunjin me ha hablado mucho de ti durante un tiempo, reconozco el gran cariño que tiene por ti. —continuó, su voz resonó con un tono agradable, sin embargo, había algo en su voz que no admitía réplica. —Sube, tengo un poco de tiempo e iba de camino a un restaurante cercano.

La mente de Soojin se nubló momentáneamente, tratando de procesar la repentina aparición del hombre. Sabía que no era prudente rechazar la invitación de una persona tan poderosa, pero también sabía que algo en su cortesía y en su presencia la ponía en alerta.

—Yo... estoy esperando a alguien. No puedo irme ahora, lo siento, señor Hwang. —replicó Soojin, con un notable temblor en su voz.

Hyun-Su esbozó una sonrisa fría, casi amigable, pero sus ojos no mostraban calidez alguna. La lluvia parecía intensificar el frío que emanaba de su mirada.

—No tomará mucho tiempo. Solo una breve conversación, como su padre me gustaría conocer un poco más a esa persona que parece ser muy importante en la vida de mi hijo. —dijo, haciendo un gesto hacia el asiento a su lado en el lujoso automóvil.

Soojin miró a su alrededor, buscando a Felix con la esperanza de que apareciera y la rescatara de esta incómoda situación. La insistente presencia de Hyun-Su y la firmeza en su invitación no le dejaban opción para el rechazo. Tomó una respiración profunda, tratando de calmarse mientras lidiaba con su dilema interno y sentía la mirada penetrante del mayor, como si la atravesara, esperando su respuesta.

Finalmente, con un suspiro de resignación, la menor terminó aceptando su invitación. Con el corazón latiendo desbocado, se subió a la camioneta y cerró la puerta con cierta aprensión, aislándose del mundo exterior. El interior del vehículo estaba tapizado de cuero negro y adornado con detalles elegantes, pero la atmósfera se seguía sintiendo pesada y opresiva. El suave zumbido del motor la hacía sentir aún más consciente de la situación incómoda en la que se había metido.