CAPITULO 19

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No sé qué habría hecho si no fuera enfermera y no supiera como actuar en estas situaciones igualmente mi pecho se aceleró seguía sosteniendo el vaso entre mis manos, mientras esperamos a la policía mientras llegaba, solo estaba conmigo Claudio Manuel aún no salía. Mi amigo me llevo entre sus brazos abrazándome fuertemente y repitiendo que lo sentía una y otra vez no tenía ningún síntoma de que la droga me hiciera efecto. Sentí las sirenas a lo lejano, algunas personas pasaban alrededor de nosotros seguíamos abrazados el coche de policía se había detenido frente nosotros.

Los policías se bajaron de la patrulla –Recibimos un llamado en esta zona– dijo uno de ellos

–Sí fuimos nosotros– afirmo Claudio rápidamente– a mí amiga le introdujeron una droga en su vaso, alguien quiso drogarla

–¿Señorita se encuentra bien? – Claudio no quería soltarme de su abrazo

–Si señor, gracias a la vida soy paramédica y supe actuar antes esta situación– recordé que tenía el vaso en mis manos aún – tengo el vaso con la pastilla aquí si lo comprueba podrá ver que es verdad– dije extendiéndolo

El se acerco a mi y acepto el vaso– claramente aquí hay una pastilla– dijo – venga tomaré algunos de sus datos ¿segura que no necesita atención medica? Podemos llamar a la ambulancia si necesita– consulto con amabilidad 

Le explique lo que había sucedido y como mientras ellos anotaban todo lo ocurrido, me pidieron mis datos dándoselos, aunque no tenía idea quien había sido, pero espero que joda en su vida ¡como se le ocurre hacer eso a una persona! Malditos enfermos. El oficial fue muy simpático conmigo iban a investigar el local y revisar las cámaras para poder afirmar quien había sido no dejaba de preguntarme si necesita atención medica la cual yo negaba.

Otra patrulla llego a la zona estacionase cerca del otro, al bajarse me di cuenta que era el superintendente, perfecto lo que faltaba en la noche, miro para los lados y camino donde el oficial que estaba hablando con Claudio en ese momento se dio cuenta que yo estaba hay también, camino rápidamente hacía nosotros.

–¿Qué sucedió? – pregunto al llegar yo solo baje mi mirada

–A la señorita le metieron a su bebida una droga– explico el policía – tenía el vaso entre sus manos y si claramente lo era, mi compañero ya iba a entrar a revisar las cámaras del local, solo estaba pidiendo autorización.

–¿Ya pidieron un 10-38?

–Ella explica que supieron como actuar y que se siente bien, le he dicho varias veces que la llamare a la ambulancia y lo niega, en sus papeles dice que es enfermera y su amigo también entonces dice que ya actuaron de la manera correcta.

–Suban, no necesitan una maldita autorización del juez– recalco Jack– y necesito quien coño hizo esto– él policía quedo confundido mirándolo– ¡Rápido coño! – espeto

El policía llamo a su compañero y entraron a establecimiento, yo quede frente a Jack ni siquiera quería mirarlo, camine rápidamente donde Claudio abrazándolo y me respondió de manera simultanea

Me tomo el rostro entre sus manos, mirando mis pupilas– ¿Te sientes bien ángel? No me mientas no te perdonaría eso

–Te lo aseguro no siento nada, mi mareada o perdida, puedo caminar bien y todo, ya han pasado los minutos necesarios para que me hiciera efecto la droga– puso su mano en mi cuello

–Tus pulsaciones están bien – aseguro

Se acerco a mi oído– Te está comiendo con la mira Conway

Le di un pequeño golpe en el brazo– él me pidió que me alejara y eso estoy haciendo

–Verdad, pero siento que su mirada me podría matar en este momento.

Solo dime lo que sientes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora