CAPITULO 32

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El dolor de mi hombro me despertó, abrí los ojos lentamente recordando que estaba durmiendo en la sala de Claudio, me acomode para sentarme en los asientos, refregué mi cara con mis mano, note como Claudio dormía como un Dios, con sus piernas estiras de lado a lado, no sé como puede dormir tan mal, me levante estirando mis brazos hacia arriba, me dolían mucho mi hombro, aproveché para dar movimientos suaves a mi cabeza me acerque para poder los pulsos de Claudio, note que estaba estable, daba pequeño ronquidos, camine hasta los sillones para recoger mi celular, eran las siete de la mañana aún me quedaba tiempo antes de entrar tenía unos mensajes que después vería, tome mi bolso y abrí la puerta para poder salir, Claudio estaba bien así que estaba más tranquila.

¿Dónde debería ir? No podía ir donde Jack

Lucia tienes un departamento

Verdad, gracias conciencia, saque mi celular antes de salir al ver que eran mensajes de Jasón eran preguntado por Claudio y como estaba yo, fui a las llamadas y marque su número, antes de salir del hospital, el viento era muy fuerte, caminando hacia mi departamento, hace tiempo que no lo hacía.

–Buenos días Lucy– dijo detrás del teléfono Jasón con su voz ronca

–¿Te despierto? Buenos días Jasón

–No, fuiste como mi alarma a esta hora siempre despierto

–Bueno, perdón por no responder tus mensajes ayer, me quede dormida en el hospital

–¿En el hospital, por qué?

–Eso no es importante, pero Claudio despertó y esta estable, ayer hablo mucho lo hubieras visto– aproveche de cruzar la calle

–Me alegro bastante la verdad, sabía que iba a estar bien, hoy me pasare a verlo como ayer no pude

–Sí está en el hospital no sé cuántos días le dieron realmente no leído su ficha – hice una pausa–gracias por lo de ayer fuiste un gran apoyo

–Lucy, ya te dije que no des las gracias

–Es que no puedo dejarlo pasar de verdad, pensaba que iba a estar sola o que nadie me iba a apoyar y tu siempre estas hay para mi

–Eres tan agradecida Lucy, ¿estas tú en el hospital hoy?

–Sí, estoy de lunes a viernes

–Aprovechare de verlos a los dos, de verdad que alegría que Claudio este bien – sentí como rechinaba la cama– Lucy te tengo que dejar ya que me tengo que vestir y tomar desayuno

–Bueno Jasón, nos vemos

–Nos vemos Lucy

Solté una risita mientras seguía caminando, como el invierno cambiaba todo los arboles sin hojas y el ambiente más calmado, los días nublado casi no me daban ánimos, pero hay que seguir trabajando, noté como una persona con camisa blanca cruzaba la calle ¿Jack? No, no lo creo que sea él, siempre anda en su coche, jmm una parte de mi le dolían las palabras que había dicho, pero es que no puedo aguantar que desprecie tanto a los demás, él pobre Horacio realmente esta roto y se notaba a kilómetros, al parecer si compartía algo con Horacio, que al final los dos queremos a Jack.

Aproveche de cruzar la calle para llegar hasta mi departamento, camine hasta la ultima habitación, necesitaba hablar con el dueño, no le he pagado el mes pasado, soy un desastre, negué con la cabeza mientras revisaba en mi bolso si tenía efectivo, un poco sí, toque la puerta esperando que estuviera

–Pase – escuche detrás de la puerta

Abrí la puerta entrando, como siempre la habitación olía a cigarro, se encontraba el escritorio veijo de madera con unos papeles desordenados, la estantería con carpetas, él estaba sentado levanto la cabeza al verme

Solo dime lo que sientes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora