Solo dime lo que sientes ©

CAPITULO 30

Estaba frente a la puerta de la cocina, sentía una presión en mi pecho ¿Debería preguntarle? Realmente no sabía esta confundida, di un paso a la escalera para poder subir, pero no pude, baje rápidamente corriendo hacia el lago, mi corazón latía fuertemente, pare frente a él escuchando como el agua se movía viendo su color caro que hacia ver la arena del fondo, me saque las zapatillas con mis calcetines rápidamente, acompañado de mis pantalones y las partes de arribas, no se que estaba haciendo era como un impulso superior, di un paso hacia el agua estaba helada, comencé a sumergirme mucho en el agua congelada enchinaba mi piel di una respiración profunda caminando un poco más en el agua, el problema era que no sabía nadar, hundí mi cabeza mojando mi cabello.

–¡LUCIA! – escuche un grito de Jack, saque mi cabeza del agua, lleve mis manos para poder sacar el agua note como venía hacia mi – ¿Estas bien? ¡Qué coño haces ahí! – regaño levantando la voz

–Necesitaba esto – dije con una sonrisa – el agua esta heladísima – dije volviéndome a meter

–Lucia sale del lago – regaño Jack acercando más al lugar – ahora te puedes enferma

–No pasa nada, aparte necesitaba un baño, el único problema es que no se nadar – dije mientras seguía caminando más a lo hondo

–No me hagas ir por ti

–Déjame disfrutar, no creo que me ahogue aun toco la arena

Mire a mi alrededor al lo lejos se veía un bosque, pero no podía ir a ese lugar no sabía nadar, ya me había acostumbrado a la temperatura del agua, camine un poco más para ver más a lo lejano, el agua llegaba hasta mi pecho había mojado toda mi ropa interior, pero sentía que había soltado algo en mi en mi corazón quizás toda la tensión acumulada, continué caminando sentía como la arena hacía costillas en mis pies pasando por mis dedos, mire hacía abajo notando como era de cristalina el agua, continúe sin importarme nada en ese momento mis pies no sintieron nada hundiéndome no alcance a tomar aire y mis ojos se cerraron automáticamente, mis piernas en un impulso comenzaron a patalear trate de sacar mi cabeza hacía arriba, una mano tomo mi cintura arrestándome y sacándome al aire, tosí botando el agua que había tomado dando una respiración fuerte, llevando mi mano al pecho.

–¿¡Estas bien?! – pregunto preocupado, tocaba mi abdomen para ayudarme a respirar, me giro para quedar frente a él, sus grandes manos tomaron mi rostro – pensé que te morías, te lo dije– regaño

–Estoy bien – murmure como pude, seguía con mis ojos cerrados mientras mi respiración se regulaba me fui calmando de apoco solté una respiración fuertemente, me apoye en Jack mientras el me llevaba a la orilla – gracias por ayudarme, me dio bastante miedo – lo observe había mojado toda su ropa, pegándose a su cuerpo

–No iba a dejar que te murieras

–Bueno, quizás era mi momento y tu me salvaste solamente

–Que muerte más tonta entonces

–¡Oye! – me quejé – bueno sí bastante tonta – di una pequeña sonrisa

–Vámonos adentro, para que no te resfríes –

Me tomo de la cintura para poder caminar a su lado estaba en ropa interior y el viento corría fuertemente, me estremecí a sentir acercándome más a él, abrió la puerta de la cocina entrando, subí las escaleras rápidamente para poder ir al baño y darme una ducha rápida. Me vestí en el baño saliendo del cuarto de baño con una toalla de baño envuelta en mi cabello, me sentía más relajada, Jack estaba sentado en la cama viéndome que hacía, lo mire confunda.

–¿Qué sucede? Tengo algo en el cuerpo – dije mirándome los brazos

–No, ¿Por qué te tiraste al lago?