CAPITULO 43

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–No te pedí una disculpa, te pregunté otra cosa, dime lo que sientes, cariño

Me quede callada, me sentía tan abrumada, tan saturada, hace poco estaba gritando y ahora Jack estaba en sus sentimientos, hoy llegué a la ciudad, había sido interrogada y ahora de nuevo estaba acá en comisaria, mi corazón se comenzó a acelerar, me lleve mi mano a pecho, mi corazón saltaba fuertemente.

–Yo, yo –tartamudeé, dio un paso atrás chocando con el escritorio

–Tranquila Lucia, no tienes que responder ahora –di un paso hacia mi

–Es que-

–No digas nada –tomo mis manos con delicadeza –mejor vamos a casa, necesitas descansar, ha sido un día difícil

–Jack

–No digas nada –con una de sus manos acaricio mi cabello –necesitas descasar cariño, vamos

Entrelazo su mano con la mía para guiarme hasta la puerta, antes de abrirla di un pequeño beso en la frente, soltó mi mano abriendo la puerta comenzando a caminar por el pasillo, lo seguí, no quería pensar en nada, ahora no quería nada, bajé las escaleras detrás de él, hasta llegar hasta el estacionamiento, solo lo seguía sin decir nada, me subí a su coche de copiloto mientras que el conducía con dirección al departamento. Apago el coche en el estacionamiento, bajándonos, siento que una parte de mi había olvidado de esta zona, caminamos juntos, el paso su mano tocando mi espalda, hasta que llegamos al ascensor.

Al entrar al departamento, observe como todo estaba muy ordenado las cortinas abiertas, lo mire confundida, quede parada en el centro, Jack se acerco a mi tocando mi hombro.

–Puedes tomar una ducha, todo esta donde lo habías dejado

Asentí caminando hacia la habitación para entrar al baño, se sentía tan extraño estar nuevamente aquí, el lugar que había compartido con Jack, me acerque a la puerta tocándola suavemente sintiendo su tacto áspero, entre viendo como al lado de la cama había botella de alcohol, con papeles dispersos, mire hacia abajo viendo que acá no estaba tan ordenado como pensaba, camine hacia el baño entrando, sentí el olor del perfume de Jack, todo estaba siendo un montón de cosas en mi mente, quería ducharse rápido. Me mire en el espejo, siento que no me reconocía las gotas caían por mis brazos, mi rostro se notaba cansado, salí enrollada con la toalla caminando hacia el armario, quería dormir, me coloque una camiseta vieja de manga larga con un buzo ancho, tocaron la puerta me gire viendo que estaba cerrada.

–¿Puedo pasar? –consulto Jack detrás de esta

–Sí, pasa

Abrió la puerta asomando la cabeza y al ver que estaba lista entro, no dijo nada, solamente se acerco a la cama para abrirla

–Tienes que dormir, han sido muchas cosas para ti –dio golpecitos en la cama para que fuera donde ella, camine despacio, al estar cerca el dio un paso atrás para que yo me acostara, suspire mirándolo, no dudo en sentarse a mi lado.

–Aún es muy temprano –aclare, mientras que él me tapaba con las mantas

–Hace frio

Me quede un momento en silencio–Hace mucho que no estaba acá, me siento extraña, parece que todo fuera mentira

Toco mi cabello con delicadeza –No lo es bonita, estas acá

–Tengo muchas dudas en mi cabeza, siento que voy a explotar

–Acabas de llegar a la ciudad es normal, recuéstate y trata de dormir

–Jack ¿Cómo sé que esto no es sueño?

Solo dime lo que sientes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora