CAPITULO 41

332 25 12
                                    

Algo no me dejaba dormir, rondaban muchas cosas en mi cabeza, las personas que habían pasado por mi vida, los momentos, mi trabajo, mi departamento, todo parecía un ciclo, lleve el cojín a mis piernas, una parte de mi se resistía a dejarme llevar por todo esto, mire la ventana, no parecía que iban a llegar a rescatarme si mi cuenta no estaba mal iba a cumplir un mes acá, tome la libreta entre mis manos abriéndola, con el lápiz comencé a escribir algunos pensamientos aleatorio.

Espero que no me abandones.

Quiero verte otra vez.

Verte sonreír, como solo lo hacías conmigo.

No se cuanto tiempo ha pasado, me pierdo en el tiempo y cuando soy consciente, esperando a verte y que todo esto acabe, mi cuenta es que llevo es un mes.

A veces tarareo la canción que bailamos en navidad, la que escuchamos en el coche.

El otro día nevó, no pude evitar recordarte.

¿Qué hubiera pasado, si esa vez no hubiera ido a la comisaria? Me hubieras alejado de la misma forma o solo no hubiera ocurrido todo esto.

Extraño el pasado.

Una gran parte de mi esta perdiendo la esperanza de volverte a ver, o que salga de este lugar.

Mañana iré a comprar ropa, eso se supone, espero que salga bien. Iré a un baile también.

Cerré la libreta, un nudo se sentía en mi garganta, suspire sentándome en la cama para después pararme, la volví a esconder en mi ropero, espero que no la encuentre, volví a la cama, abrazando la almohada, escribir me hacia sentir un poco mejor, libera las cosas de otra forma ¿Pensara en mí?

Me levanté más emocionada de lo habitual, mejor dicho mejor que nunca, iba poder ir a comprar y salir tranquilamente, eso creía, pero no estaría en la casa encerrada, abrí las cortinas dejando que entrara la escasa luz que lograba entrar en la ventana, era un día nublado con su cielo muy gris, parecía que iba a llover, entre al cuarto de baño para tomar una ducha rápida, al salir enrollada en mi toalla al verme al espejo sonreí, mientras rebuscaba entre mis cajones buscando algo que ponerme que no fuera lo mismo de siempre por decirlo, hoy me atreví un poco más colocándome un jersey marrón, me coloque las botas de agua y no encontraba mi abrigo negro, camine por toda la habitación buscándolo levante unas mantas pensando que podría estar en ese lugar, pero al parecer nada de nada, no importaba me arregle el cabello antes de salir de la habitación, pase por la habitación de Hans tocando la puerta lentamente.

–Hans –no hubo repuesta, volví a tocar llamándolo.

–Señorita, el jefe no se encuentra

Di un sobre salto a escuchar la voz detrás de mí, me giré para poder ver que era uno de sus trabajadores al parecer ya no llevaban máscaras, mi corazón saltaba demasiado.

–¿Sabe donde se encuentra? –consulte mientras trataba de recuperarme

–Fue a una junta de último minuto, venga acompáñeme

Comenzó a caminar por el pasillo dejándome atrás, al parecer no iba ir a comprar siempre algo mal, este daba pasos muy grandes mientras que yo lo seguía como podía, llegamos a una habitación abrió la puerta dándome una señal que entrara con un poco de miedo entre, era una pequeña oficina note como en la mesa había un arma, como las odio, me quede apoyada en la puerta mientras que el pasaba por mi lado y buscaba algo en el escritorio tomo el celular entre sus manos y marcando un número, yo me acomodaba mi jersey jugando con sus mangas, de esta ventana se podían ver todos los autos que tenían.

Solo dime lo que sientes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora