CAPITULO 23

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Sentí como la cama se movía, abrí los ojos para ver que pasaba note como Jack se estaba colocando su camisa.

–Jack– susurre

Se giró a mirarme, su camisa estaba abierta dejando a la vista su torso marcado con algunas cicatrices, su cabello despeinado – Buenos días – Dijo con su voz grave, me dio una pequeña sonrisa.

Al notar que me tapaba con una manta nuevamente me sonrío – Buenos días ¿Ya te vas? – consulté, me volví para tomar mi celular eran las siete de la mañana – Es muy temprano – mencioné, mientras acomodaba mi cabello.

–Tengo que resolver algunas cosas en la comisaria – explicó mientras se abrochaba los botones que le faltaban.

Hice una mueca– Bueno, comprendo – dije sentándome en la cama mientras levantaba mis brazos estirándolos, me queje– por mí no iría a trabajar – resople mirando el techo

Jack termino de vestirse, yo me levante de la cama poniéndome las pantuflas con cansancio había dormido, pero no descansado, recordé que Jasón había durmiendo acá camine hasta mi habitación, me acerque a él para ver como estaba, seguía durmiendo lo iba a despertar pronto. Estaba con Jack en la puerta yo con las peores pintas del mundo.

Movió mi cabello detrás de mi oreja –Pase por ti en la tarde, para que podamos hablar tranquilamente y me cuentes que sucedió.

–Te esperaré– dije con una sonrisa

–Prometo no llegar tarde

–Eso espero, pero ya vete o llegaras tarde

Antes de irse me dio un pequeño beso en mi mejilla y vi como bajaba las escaleras subiéndose a su coche. Caminé dentro de la casa, estaba completamente desordenada el botiquín había quedado en el suelo igual que algunos instrumentos, comencé a ordenar todo como pude dejando las cosas en su lugar, sentí unos pasos en la casa me volteé para ver era Jasón en el marco de mi puerta refregando su rostro los hematomas estaban más notorios que nada.

–¿Lucía? – murmuro

–¡Oh! Jasón– me acerque a él– ¿Cómo amaneciste?

–Me duele el cuerpo – se quejo – Dios que me sucedió

–¿No recuerdas?

–Son recuerdos borrosos

Torcí la boca – Ven – dije mientras caminaba en el sillón y nos sentábamos – ayer sentí un ruido muy fuerte afuera de mi casa y eras tú en tu coche, baje y te vi en una condición horrible, tú rostro esta lleno de hematomas igualmente que tus manos, me contaste que habías bebido y estuviste en una pelea, te deje descansar aquí y cure tus heridas – explique tranquilamente

Jasón desvió la mirada llevando una de sus manos a su frente su cuerpo se tensó.

–Lucía, lo siento si tuviste que ver eso– dijo seriamente

–Jasón, yo no sé que estas pasado, pero ayer estabas muy mal – suspire – se que esto suena como alguien muy entrometida, pero solo quiero saber en que estas metido porque no quiero que me afecte a mí.

Se volteo a mirarme preocupado – Lucía yo no estoy medito en nada turbio – explico acelerado – no pienses eso de mi

–Entonces explícame que sucede para entenderte

Respiro fuertemente – Yo peleo por dinero

–¿Qué? ¿Por qué?

–No me alcanza para lo que necesito, pagar el coche, necesidades, el departamento – explico con su voz quebrada – pelear me da dinero lo hago cada dos semanas y así me alcanza para todo, si es un lugar ilegal la gente paga por ver las peleas.

Solo dime lo que sientes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora