EPÍLOGO

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Me sentí liberada, poder hablar de lo ocurrido me ayudo demasiado, pero esto era un proceso y lo tenía más que claro, todo llevaba un procedimiento y yo recién había comenzado. Al salir del hospital vi como Jack estaba apoyado en el auto fumando un cigarrillo levanto la mirada observándome y soltando una sonrisa, camine donde él con una sonrisa.

–Estoy lista –dije con una sonrisa acercándome a él, quedando frente a él

–¿Cómo te fue cariño? –pregunto botando el cigarro y colocando una de sus manos en mi cintura

–Bastante bien, tengo cita dos veces a la semana, iremos viendo poco a poco lo que paso y realmente me sentí muy cómoda con la psicóloga, siento que esto me faltaba

–Me alegro cariño –me dio un beso en la frente –volvamos al departamento, pediremos comida –dijo con una sonrisa, me acerque a ordenar su camisa que tenía una pelusa

–Vamos, tengo hambre y esta atardeciendo

Mientras miraba por la ventana con una sonrisa, viendo el atardecer, estire mi mano para encender la radio, en esta sonó la canción de "X Ambassadors – Renegades" me gire a mirar a Jack.

–No puedo creerlo, esto tiene que ser una señal

–¿La canción? –pregunto mirándome

–Sí, siempre que viajamos en el atardecer esta canción suena, es para nosotros, es más que una señal

–¿Quieres qué sea nuestra canción?

–Más que eso –escuché la letra me gustaba el ritmo que tenía, moví mi cabeza de lado a lado –mira lo que dice y el ritmo, me encanta.

Una semana después

Después de la salida a la nueva cafetería con Jasón, la conversación me hizo darme cuenta que quería volver a trabajar, que lo extrañaba realmente, estar todo el día en la casa era un poco aburrido y quería tener mi propio dinero para comprar mis propias cosas. Había quedado ir sola al hospital, pero Jack en la mañana me bombardeó de preguntas de donde iba teniéndole que contar donde iba y diciéndome que me acompañaba, que el iba a hablar con ella y solucionaría las cosas más rápido, no me pude negar, fuimos y al llegar entro como sin decir nada directo a la oficina, ay dios, había olvidado que era así, subió al piso tocando la puerta como si nada, en este punto prefería quedarme lejos antes de ver como Jack iba a tratar mal a mi "ex" jefa, vi como entro a la sala, después salió de la habitación diciendo que tenía el trabajo nuevamente que comenzaba el lunes.

–¿Cómo lo hiciste? Entrarte hay como si nada, dime que no la trataste mal

–No lo hice, ya sabía tu situación

–¿Y?

–Conversamos y acepto claramente, igualmente tenía que hacerlo –negué con la cabeza –entraras a trabajar normalmente como enfermera

Sonreí –Gracias, gracias por venir y hablar por mi

–No es nada –toco mi espalda con delicadeza – ¿Quieres ir a la comisaria? Hoy casi nadie trabaja

–¿De verdad? No quiero estar en una sala sola todo el tiempo

–Se vera un tema de investigación, estará Horacio que quiere ir a ver cómo funciona todo, podrás tomarte un café mientras nos esperas

–Solo lo hago por Horacio

–¿Por mí no?

–¿Por ti? Si la otra vez me pusiste unas esposas para que entrara, así que no, por mí no quiero ver esa comisaria más en mi vida

Solo dime lo que sientes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora