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Conway;

Iba camino al mecánico después de un robó a joyería, el patrulla había terminado destrozado al hacer un código 100 así con este dando por finalizada la persecución. Llegué luego de unos cuantos minutos.

Estaba lleno como de costumbre, me baje del patrulla para ir a buscar a uno de esos delincuentes que trabajaban ahí. Busque con la mirada a alguno de los jefes del lugar pero no encontré a nadie, solo bajos rangos en la mecánica.

— Eh, tu — Le hablé a un aprendiz que había allí, este se acercó preguntando que nesecitaba. — Que arreglen el patrulla de afuera y lo manden luego a comisaría ya listo — Mire cómo el chico veía el patrulla con una mueca.

— Oh, claro — Hablo con una mueca de nervios en su rostro. — Pero lo de llevarlo creo que no se podrá — Dijo mirándome nervioso.

— ¿Que haz dicho, gilipollas? —  Pregunté viéndole con el ceño fruncido.

Los nervios del muchacho aumentaban cada vez más, se le notaba al mirarme.

— Solo podría mandar a uno de sus agentes a buscar el patrulla y ya. — Hablo tembloroso mientras buscaba ayuda con la mirada a sus compañeros que nos observaban en silencio o simplemente escuchaban mientras hacian su trabajo.

— ¿Se podría saber por qué, niñato de mierda? — Estaba harto de la situación.

— No hay suficientes gruas. — Dijo mirándome demasiado nervioso.

— ¿Tu jefe dónde mierda está? — Pregunté por el gilipollas de Armando, como podía ser tan anormal de contratar niñatos inservibles en el taller.

Estaba pensando seriamente en cerrar ese cuchitril y dejar a todos esos delincuentes sin trabajo o en perpetua.

— No se encontra, pero pronto llegará un reemplazo nuevo. — Respondió mirando el reloj que había en la pared de alado nuestra.

— ¿En cuanto llega el anormal? — Pregunté mirando como algunos de los mecánicos arreglaban rápidamente el patrulla.

— ¿Que nesecitas? — Hablo una voz detrás de mi, me gire a ver quién me hablaba de esa manera, tuteandome.

Mire con asombro al rubio delante de mi, este se encontraba con un overol rojo y una playera gris, la parte de arriba del overol se encontraba atado a su cadera.

¿Que mierda?

Gustabo;

Veía como Conway me miraba de pies a cabeza con un mueca extraña en su rostro.

— ¿Le comió la boca el ratón, viejo? — Pregunté con tono burlón viéndole.

— Respeta, gilipollas. — Hablo aún mirándome.

— Respete usted primero, viejo. — Sonreí mientras miraba al menor que estaba allí. — Puedes irte, yo me encargo. — Le dije a este al mismo tiempo que le desordenada el pelo como muestra de cariño, él asintió sonriendo para luego irse.

— ¿Que mierdas haces aquí? — Hablo el mayor serio. — Con ese uniforme. — Señaló mi vestuario.

— ¡Oh sí! Ahora soy el reemplazo de los jefes, ellos no están pero estoy yo. — Sonreí emocionado, estaba feliz de tener este puesto porque eso significaba que confiaban en mi.

Conway soltó una risa sarcástica mientras me miraba con sus gafas.

— ¿Que? — Soltó otra risa pero está era con tono burlón. — Pero si tú deberías estar en un hospital mental, rarito. — Lo mire serio al escuchar eso. ¿Que coño sabía él?

— ¿Que mierda sabes tú, Jack? — Dije en un susurro, menos mal estábamos alejados de la gente, no tanto pero lo suficiente.

— Pogo, poguito. — Dijo para luego sonreír burlonamente. — Se mucho más de lo que te imaginas, Gustabin.

— ¿Cómo sabes eso? — Hablé nervioso pero trate de ocultarlo.

— ¿Cuántas personas a matado pogo? — Pregunto ignorando mi pregunta.

— Él lo hizo para protegerme a mi y a Horacio. — Respondí entre serio y nervioso. — Horacio, ese hijo de puta te contó. — Le mire serio para luego sacar el celular.

— ¡Claro! — Exclamó susurrando para luego quitarme el móvil. — Para protegerte a ti y a Horacio, claro que sí.

Iba a responder pero a lo lejos ví a gringo entrar, sonreí aliviado al ver a alguien de mi familia cerca de mi.

— ¿Por qué sonríes, mariconetti? — Pregunto y al ver que no le preste atención se dió la vuelta para ver a quien miraba. — Tu noviecito.

John se fue acercando a nosotros al vernos, rápidamente fui donde él y lo abrace por la cintura, este rápidamente correspondió el abrazo.

Narrador;

Walker miro serio al Súper Intendente mientras abrazaba al menor dejándole un pequeño beso en el cabello con la mirada aún en el mayor.

Jack desvío la mirada al ver cómo el ojiazul estaba de esa manera con uno de la mafia que él trataba de desmantelar.

— ¿Nesecita algo señor? — Gringo hablo serio luego de separarse del más bajo. Este al ver cómo Conway se estaba demorando en responder hablo nuevamente. — Si no le molesta puede retirarse y dejar en paz a mi chico. — El de rastas señaló la entrada del lugar.

El de traje se sintió incómodo al escuchar como el del tatuaje en la cara llamaba al ojiazul y miro dónde estaba el patrulla.

— Nesecito que me manden ese patrulla a comisaría. — Hablo el mayor de todos mirando serio pero a la vez incómodo la mano de Gringo en la cintura del rubio.

— Creo que no se va a poder, todas las grúas están ocupadas. — Respondió el de rastas viéndolo. — Mande a un oficial a buscar el vehículo. — Diciendo eso último se retiró del lugar junto al menor.

Conway vio como estos subían unas escaleras y desaparecían de su vista. Sonrió luego de un rato, se le había ocurrido una idea. Rápidamente saco su móvil junto a otro más, el celular de Gustabo estaba ahí.

Este soltó una pequeña risa, su plan iba a salir a la perfección.

💐

olaaa personitas 💐💞

¿Que tal todo?

Ya tengo pensado un final para esta historia y para ser sincera no quiero terminarla.  😭😭

besos 😙
 

𝐷𝑒𝑎𝑟 𝐹𝑎𝑚𝑖𝑙𝑦; 𝐺𝑢𝑠𝑡𝑎𝑏𝑜𝑤𝑙.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora