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Narrador;

Una semana había pasado, todo estaba normal en la ciudad, solo uno que otro robo al banco que claramente lo hacía Yun con más de seis rehenes en un intento de encontrar al rubio por casualidad, pero nada.

Armando solo iba al taller de vez en cuando para distraerse pero aún así ello no le servía, seguía sintiéndose culpable de la desaparición de Gustabo y nada haría que esa culpa desaparezca, no hasta que él vea a Gustabo sano y a salvó. Pero el mayor también estaba preocupado por Juanjo, quien cada vez estaba consumiendo más drogas de las que debía.

Juanjo estaba sentado en la arena mientras miraba el mar sin mucha alegría. Estaba con audífonos puesto escuchando música a todo volumen mientras recordaba los momentos que había pasado con Gustabo. Una leve sonrisa apareció en su rostro y suspiro para meter su mano en el bolsillo de su pantalón, sacó una bolsita pequeña transparente que tenía un polvo blanco.

Con las manos temblorosas sacó una tarjeta de crédito de su billetera junto con un billete. Sin mucha prisa abrió la bolsita y dejó caer el polvo blanco en la tarjeta, Juanjo agradecía que no hubiera tanto viento. Hizo un tubo con el billete para acercarlo a la cocaína que había en la tarjeta y acercó su nariz al otro extremo del billete para empezar a inalarlo por el tubo que se formaba.

Una pequeña risa salió por sus labios al terminar de inhalar la droga. Siguió mirando el mar mientras sentia algo de calma en su cuerpo. A lo lejos vio a Gustabo pero al cerrar los ojos y volver a abrirlos el rubio ya había desaparecido. Las lágrimas empezaron a bajar por el rostro del menor y el sonido de su llanto se hizo presente.

[•••]

Aiden estaba con un pasa montañas en el techo de un edificio que estaba en la orilla de la playa. Estaba apuntando directamente a la cabeza de Juanjo alias Culebra pero rápidamente desvío su vista al ver a otro de los integrantes de esa mafia y hablo por la radio.

— Ha llegado otro. ¿Me retiro? — Preguntó por la radio esperando una respuesta por parte de Jack.

— 10-5 — Escucho por la radio y soltó un suspiro para seguir apuntando en dirección a ambos mafiosos.

— Podrían venir los otros. ¿Aún mantengo mi posición? — Preguntó nuevamente por la radio mientras mantenía su dedo en el gatillo del francotirador.

— Solo sigue en tu puesto. Yo te doy la señal. — Hablo Jack por la radio algo cabreado.

Aiden solo suspiro y siguió apuntando a ambos chicos. Una sonrisa apareció en su rostro bajo el pasamontañas al imaginar la reacción que tendría Gustabo al despertar y enterarse de la muerte de alguien de la mafia.

Gustabo estaba totalmente drogado en una habitación de la casa de Jack, habian ido a cenar a la casa de Conway ya que este lo había pedido o prácticamente había obligado al rubio que fuera. El súper intendente le había hechado droga a la bebida del ojiazul para luego inyectarle anestesia sin que esté se diera cuenta gracias a la droga.

Jack rápidamente le contó su plan a Aiden y este accedió a participar con una gran sonrisa.

Aiden llevó la mira a la cabeza de culebra nuevamente y espero pacientemente la orden. Veía como ambos mafiosos estaban conversando en la arena y bufó. ¿Que les veía el rubio a esos mafiosos de segunda?

— Adelante, dispara. — Escucho el de pasamontañas por la radio y sonrió en grande para apuntar lo mejor que podía y apretar el gatillo disparando en dirección a Juanjo.

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Holaaaaa

Algo corto porque jaja se viene lo bueno y se viene el final 🏃🏻🏃🏻🏃🏻🏃🏻

besos en la cola.😽

𝐷𝑒𝑎𝑟 𝐹𝑎𝑚𝑖𝑙𝑦; 𝐺𝑢𝑠𝑡𝑎𝑏𝑜𝑤𝑙.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora