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Gustabo;

Llevaba varios días dónde no tenía ganas de nada, ánimos de nada pero allí estaban los chicos intentando levantarme el ánimo a Juanjo y a mi.

Juanjo, ese niño que siempre estaba con una sonrisa en su cara, pero ya no. Ya no estaba sonriendo como antes, ahora forzaba la sonrisa.

Habían sido días difíciles y tristes, la risa de Lamar ya no sonaba por la casa, la basura de las bolsitas de doritos que dejaba macaco tirada por ahí ya no estaba más. Se les extrañaba.

Ayer había llegado el rosas buscando a Lamar con una sonrisa nerviosa, aún no creía que fuese verdad hasta que tuve que contarle todo bien lo que paso. Las lágrimas de ambos cayendo por nuestros rostros, lo abrace fuerte, él había perdido compañero de vida y yo al que veía como un hermano mayor.

[•••]

Armando me había obligado a salir a dar una vuelta por la ciudad junto a Juanjo, ambos teníamos el día libre en el taller.

Íbamos caminando hasta que ví el patrulla de Conway estacionada en frente de un badulake, parecía un atraco. Trate de visualizar a los atracadores, alguna máscara o color de prenda, estás eran verdes.

Le sonreí a culebra y este me miro confuso.

— Los verdes — Hablé mirándolo aún con la sonrisa en el rostro.

— ¿Y? — Respondió este sin ánimo. Hice una mueca, no me gustaba verlo de esa manera, tan frío y distante.

— Podríamos ayudarlos y joder a Jack — Sonreí mirando al frente, parece que ya habían empezado la negociación. Juanjo me miro y soltó una leve risa. — Dile al chino que les diga a los verdes que los podemos ayudar en cualquier cosa — Ví cómo este rápidamente sacaba su móvil y llamaba al chino.

— Señores, no pueden estar acá, no sé si se dan cuenta que hay un atraco. — Hablo un policía que se había acercado a nosotros.

— Ah. — Respondí con desinterés. — Que pena. — Sonreí burlón mirando al oficial.

— Le ruego por favor se retire de la zona o tendré que tomarlo detenido. — Volvió a hablar el agente.

— ¿Por qué? Si estamos en zona pública. — Hablo Juanjo terminando de hablar por llamada.

— Se les puede tomar como cómplices del atraco al badulake.

— Me importa una mierda, de aquí no me muevo. — Hablé sacando un cigarro de mi chaqueta.

— Tendré que informarle a mi superior de la situación. —  Dijo para luego hablar por la radio del CNP.

Estuvo un buen rato hablando por la radio hasta que nos miro ya en silencio.

— ¿Que pasa? — Hablo Juanjo sentado en un barandal de una reja que había allí.

— Viene mi superior. — Hablo serio el oficial. — El Super Intendente Conway. — Sonrió creyendo que nos iba a dar miedo escuchar el rango del viejo.

— ¿El asesino Conway? — Pregunté viéndo a lo lejos como se acercaba el anterior mencionado. El oficial me miro serio y entre molesto.

— ¿Quien coño está jodiendo ahora? — Dijo una voz bastante masculina. Mire al dueño de la voz y sentí un gran enojo apoderarse de mí. Mi mano se hizo puño al verlo ahí tan calmado, mientras mi familia sufria por su culpa.

Había dejado de pensar en el momento que mi puño choco contra la mandíbula de Conway, este rápidamente saco su porra pero antes de poder golpearme con ella sentí a Juanjo jalarme del brazo y salir corriendo.

Risas salían de nuestras gargantas, adrenalina pura era lo que sentíamos en este momento, mire hacia atrás mientras corría y vi una mery seguirnos. Joder, solo había sido un golpecito.

— ¡Joder Gustabo, que ahora nos matan a nosotros! — Exclamó entre risas Juanjo mientras corríamos hacía el taller.

Solte varias risas y volví a mirar hacia atrás, ya no nos seguía nada.

Llegamos al taller después de correr un poco más y allí nos encontramos a Yun y varios de los chicos trabajando.

Yun cuando nos vio entrar al taller frunció el ceño y se acercó a nosotros.

— ¿No iban a ayudal a la gente de moco? — Pregunto viendonos las manos mías y de Juanjo juntas, hizo una mueca.

— Gustabo le pego al viejo. — Hablo Juanjo volviendo a reírse como si fuese lo mejor que haya visto.

Armando al escuchar eso se acercó rápidamente a nosotros para quitarme la chaqueta y empezar a revisarme el rostro junto a los brazos.

— ¿Que pasa? — Pregunté confundido. Este me miro y suspiro.

— ¿No te pego? — Pregunto preocupado mientras me acariciaba una mejilla. Negué con la cabeza y este me abrazo.

Me sentía como un nene pequeño en los brazos de él.

— Tienen que andar con cuidado, pendejos. — Hablo Emilio que había escuchado todo. Juanjo y yo asentimos mientras sonreíamos.

— ¿Cómo le pega'te? — Pregunto Yun sonriendo.

— En toa' la cara. — Solte una risa. — Le clave el puño. — Todos soltaron una risa viendo cómo explicaba moviendo las manos y haciendo patadas.

El resto de la tarde la pasamos en el taller, y cada ves que venía algún poli Juanjo y yo nos escondíamos para que no nos vieran y nos llevarán detenidos.

💐

olaaaa<3

basta quiero demasiado a lxs del grupo de WhatsApp, y a todxs ustedes también 💘

𝐷𝑒𝑎𝑟 𝐹𝑎𝑚𝑖𝑙𝑦; 𝐺𝑢𝑠𝑡𝑎𝑏𝑜𝑤𝑙.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora