Narrador;
Dos días habían pasado desde que Gustabo había desaparecido, los de la mafia lo buscaban por toda la ciudad. Jacob junto a Gringo buscaban por los túneles y bosques, Armando, Yun y Juanjo por toda la Ciudad. Emilio y Tonet por el sector de la playa, Raúl buscaba en comisaría y sus alrededores. El ánimo de los chicos se había ido al suelo en esos dos días sin el rubio.
Ahora estaban en la sede mansión tomando un descanso y comiéndo algo para luego volver a salir. El teléfono de Jacob vibró haciendo que todos lo mirarán expectantes, esperando a que sea alguna señal de Gustabo. Los ojos de Jacob se abrieron y su mano empezó a temblar, dejo el móvil en la mesa, los chicos rápidamente tomaron el celular al ver la reacción del mayor.
Se veía una foto de Gustabo con su rostro lleno de sangre y su cuerpo igual, estaba sin camisa sentando en una silla atado, una sonrisa había en su rostro. Juanjo al ver la foto rápidamente aparto la mirada.
— ¿Quién mierda mando esta foto? — Pregunto Emilio enojado y preocupado.
— Número oculto. — Respondió Jacob suspirando. — ¿Raúl, en comisaría no a habido nada extraño? — El argentino negó rápidamente.
— No wacho, el viejo y sus perritos han estado estos dos días llendo a comisaría. — Todos suspiraron cansados ante la respuesta.
— Tendríamos que ver en las noches y así. — Sugirió Tonet levantándose de su asiento. Todos le siguieron al verlo salir.
[•••]
El rubio abrió sus ojos lentamente y soltó una risa que parecía más un quejido. Se encontraba en un tipo de cuarto, atado de manos y pies, estaba todo oscuro, se había hecho de noche.
Miro a su alrededor y sonrió de lado sintiendo como la sangre caía por su cabeza, los cortes en su cuerpo ardían más que nada en el mundo, los moretones o más bien las heridas le picaban y dolían.
Sonrio nuevamente al ver cómo la puerta frente a él se abría dejando ver a un hombre de traje.
— ¿Todavía sonríes? — Hablo el mayor acercándose al rubio tomando su rostro bruscamente.
El ojiazul lo miro con una sonrisa más grande, empezando a reír bajo.
— Veremos si sigues así cuando te mate, gilipollas. — El de traje soltó su rostro con asco y se acercó a una mesa que había junto a la pared.
— Pogo cree que eres idiota. — Hablo divertido el rubio mirando a Conway.
Jack al escucharlo tomo una porra y una pistola para acercarse al chico atado en la silla con el entrecejo fruncido. Al llegar a dónde el menor, con la porra le dió un golpe en la cara haciendo que la nariz de este empiece a sangrar por milésima vez que estaba allí.
Pogo soltó una risa divertido y miro al mayor sonríendo. — Eres una persona lamentable, Jack. — Escupió sangre y cerró los ojos con dolor, pero su sonrisa seguía allí. — Eso es lo que Pogo cree. — Hablo aún con los ojos cerrados.
Otro golpe se escuchó en la habitación y un quejido, luego otro y otro. El mayor se tomó nuevamente el rostro de Pogo con fuerza haciendo que este abra los ojos mirándolo con burla.
— Nada me impide pegarte un puto tiro ahora. — Dice conway poniendo la pistola en la cabeza del rubio.
— Házlo, ¿Que se te impide? — Hablo divertido el ojiazul.
Jack le sonrió mirándolo y se separó del menor limpiando su mano con sangre en su pantalón.
— Me quiero divertir más contigo. — Le respondió dejando caer el arma y la porra. Pogo soltó otra risa divertido.
El de traje molesto por la risa y actitud del rubio le dió una patada haciendo que el cuerpo de Pogo caiga al suelo aun atado.
— Puto viejo de mierda. — Se quejo el ojiazul cuando su cabeza choco contra el suelo haciendo que empiece a salir sangre por el golpe.
El Super Intendente se acercó lentamente al cuerpo en el suelo parando a la cuando sus pies llegaron a la altura del rostro de Pogo.
— Vas a pagar por lo que le hiciste a mi comisario. — Hablo serio el de lentes y dejo caer una patada en el rostro del rubio haciendo que quede inconsciente dejando salir sangre por su boca.
Soltó una risa irónica al verlo sangrando en el suelo y camino hasta la salida de la habitación.
💐
Otro cap corto :(
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𝐷𝑒𝑎𝑟 𝐹𝑎𝑚𝑖𝑙𝑦; 𝐺𝑢𝑠𝑡𝑎𝑏𝑜𝑤𝑙.
Fanfiction¿Era un traidor? si ser un traidor es encontrar una familia, un hogar. Pues si lo era. Gustabo simplemente quería sentir lo que sentía Horacio al estar rodeado de gente que lo quería, pero no se esperaba encontrar eso en la mafia en la que estaba in...