ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.

5.- Anónimo

PRYXTINE'S POINT OF VIEW

Druella estaba a mi lado, estábamos sentadas cerca del lago negro, veíamos el increíble espectáculo del calamar gigante, Orión me había dicho que eso lo hacía una vez al mes y estaba emocionado por verlo con mis propios ojos.

—¿Qué piensas que le guste a Cygnus para su cumpleaños?— me preguntó Druella sentada en el césped a mi lado. 

—Tal vez unos dulces, a él le gustan los dulces— sonreí de lado al recordar a Cygnus y a mí con la boca llena de chocolates en Navidad.

—¡Demonios! Trataré de conseguirlos— puso sus manos en sus mejillas. 

Era el atardecer y todo el terreno de Hogwarts era hermoso, solo estábamos nosotras dos.

Iba a comenzar hablar cuando una lechuza negra venía hacia nosotras, se posó a un lado de mi, traía una carta en el pico. Tomé la carta y la lechuza salió volando.

—¿Quién la mandó?— preguntó Druella con más curiosidad que la mía.

—No lo sé— miré el sobre y lo revisé varias veces, aún así no tenía nombre.

—¿Que esperas? ¡ábrelo ya!— me presionó.

Abrí el sobre, y saqué la carta doblada. Comencé a leerla.

Querida Dea.

Dea suena bien, de ahora en adelante serás Dea para mi. Espera mis mensajes, tal vez los recibas
diario o no.

Aunque tu no me veas, yo a ti sí.

-MG.

Deje de leer y alce la vista un poco sorprendida.

Me sentí acosada y vigilada, cada movimiento que haría, esta persona lo sabría. 

Druella siguió haciéndome comentarios y diciendo nombres de los posibles chicos que hayan mandado la carta.

En la hora de la cena, hizo lo mismo, solo que esta vez yo también buscaba al posible anónimo. Buscábamos entre las mesas de Slytherin a cada chico, hasta que mi mirada se topó con la de Tom.

Desvío la mirada rápidamente y siguió leyendo su libro. Como siempre. No me sorprendía, se la vivía leyendo eso, tal vez por es el mejor en la clase. 

Lo descarté automáticamente, él me odiaba, nunca me lo ha dicho, pero lo podía sentir con las miradas de desprecio o rechazo que me daba constantemente y no hemos vuelto a dirigirnos la palabra después de la primera vez. Lo único que sabía de él era que le encantaba devorar enormes libros. 

Yo no me esfuerzo tanto, simplemente pongo atención a la clase, tal vez con mis calificaciones mis padres estén orgullosos de mí.

Narrador Omnisciente.

Pryxtine no sabía porque se sentía tan enojada al poder descartar a Tom de la lista de los posibles anónimos, quería por dentro que él fuera una opción para tener al menos una tonta excusa para hablar con él sin que la rechazara abruptamente. 

En la sala común se encontraba leyendo Pryxtine un libro que su hermano le regaló en Navidad y que no se había tomado el tiempo de leer, 'Corazón de Bruja', uno de los favoritos del mundo mágico.