Capítulo 5

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Alana:

En cuanto abrí mis ojos sentí un horrible dolor en el cuello, me levanté de a poco y comencé a masajearlo con las manos. Vi a mi alrededor y noté que seguía en el granero, me había quedado dormida leyendo. A mi lado estaba el lobo acostado y dormía plácidamente. ¿En qué momento había llegado hasta ahí? También me di cuenta que estaba cubierta con la manta que había traído. ¿Sería posible que él lo hubiera hecho? No, no puede ser. Volví a mirarlo y me entraron ganas de tocar su pelo, se veía muy suave, pero me daba miedo despertarlo. Me puse en pie y tomé mi celular, traté de no hacer ruido para no despertarlo y regresé a mi casa.

—Hola cariño —saludó tía Fi cuando entré en casa— ¿Pasaste frío en el granero?

— ¡No puedo creer que me hayas dejado pasar la noche ahí, ese bicho podía haberme comido! — exclamé indignada.

— No seas dramática cariño, Derek no va a lastimarte —mencionó mientras buscaba algo en su bolso.

— ¡¿Le pusieron Derek al lobo?!, ¡están locos!

— Em…si, ¿has visto mis llaves?, no las encuentro —preguntó cambiando de tema nerviosa.

— Están sobre la mesita —respondí señalando la mesita junto al sofá.

—¡Ahí están malditas! —exclamó y se giró hacia mí de nuevo —. Cariño voy al pueblo, tu tío está con los caballos. Si te aburres ves a ver a Derek y se hacen compañía —dijo rápido y sin dejarme responder salió por la puerta.  

Bufé y subí a mi habitación a bañarme y cambiarme de ropa. Salí con solo la toalla alrededor de mi cuerpo y me lancé sobre mi cama con el móvil. Tenía varios mensajes de David que seguro llegaron cuando estaba dormida.

David: ¿nena sigues ahí?

David: Seguro se cayó la señal, mañana hablamos. Te amo nena.

— ¡Maldición!, aquí sigue sin haber señal —me quejé luego de intentar mandarle un mensaje. Me rendí luego de tres intentos —. Creo que voy a revisar los mensajes de las chicas —murmuré para mi misma.

Helena: te extraño muchísimo, ayer fuimos a la playa y no tenía con quien hacer castillos de arena. :-(

Helena: esta tarde vamos a salir todos al cine. David también viene. =_=

¡Y yo aquí encerrada! Es tan injusto. Tía Fiona es genial pero me estoy perdiendo de muchas cosas con mis amigos porque a mamá se le ocurrió que necesitaba desconectar. ¡YO NO QUERIA DESCONECTAR!

Gretzy : Hola hermosa, te extrañamos mucho por aquí

Gretzy : Jace me mira raro, ¡te necesito aquí!

Si esos mensajes consiguieron entrar anoche es porque en el granero hay señal, tengo que intentar responder los mensajes desde allí. Me pongo ropa limpia y peino mi cabello, bajo a la cocina para tomar algo de comer para mí y para el lobo que, por alguna muuy extraña razón tenemos viviendo en el granero. Abro la gran puerta y la dejo de esa forma, Derek levanta la cabeza en cuanto me ve llegar y luego vuelve a bajarla.

— Así que te llamas Derek — menciono sentándome a su lado y el levanta la cabeza y me observa—. Tía Fi dijo que era tu nombre y veo que respondes por el.

Ahora le doy explicaciones a un lobo, es la situación más surrealista de toda mi vida. Coloco el plato de comida delante de él y le sonrió, por primera vez no me ignora. Miro mi móvil y tiene señal, es débil pero alcanzara para algo.

— Sabes Derek, creo que vas a tenerme algo seguido por aquí —comento mientras comienzo a responder mensajes.

Paso al menos una hora poniéndome al día con mis amigas y consigo escribirle a David pero su respuesta no llega. De seguro esta con la banda. Cuando mi batería está a punto de agotarse le mando un último mensaje a Helena y le pido que les avise a las demás. Apenas alcanzo a leer un: en la noche hablamos y luego mi móvil se apaga.

Suelto un largo suspiro y volteo a ver a Derek que ha estado tranquilo todo este tiempo, está mirando hacia el bosque, su pelaje luce algo sucio pero igual se nota que es de un color muy bonito.

— Yo tampoco quiero estar aquí — comento, el continua mirando el exterior con aire melancólico—. Mis amigos irán al cine esta noche y mi novio también.

¡Genial ahora le cuento mis problemas a un lobo!

Aunque quizás no me entienda voltea a verme y yo decido seguir hablando.

— Imagino que extrañas a tu manada —agrego—. Yo extraño mi casa, pero mis padres decidieron que me haría bien convivir con la naturaleza y acá estoy —me encojo de hombros—. La verdad es que se están divorciando y no querían que estuviera en casa, los gritos son constantes —sacudo la cabeza—. No sé por qué te cuento esto, ni mis amigos o David lo saben— sonrió forzadamente—. Mejor vuelvo a la casa, tío Héctor debe estar preocupado.

Nota :

Bueno ya vamos conociendo a Ali, ¿que opinan? Espero les vaya gustando la historia, si es así no olviden dejan su voto o comentario. Así me animan a escribir.

¡¡¡Un beso!!!

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