Capítulo 4

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Derek :

Héctor había vuelto con su sobrina. La chica era bonita y efectivamente debía tener dieciséis o diecisiete años, éramos cercanos. Igual ella seguía sin agradarme, mi pata estaba muy resentida con ella.

— No seas malo Derek, es buena chica — lo ignoré y seguí comiendo lo que la chica había traído. Ella ya no estaba así que podía dejar mi orgullo a un lado, necesitaba alimentarme para recuperar fuerzas.

— Estoy seguro de que si le das una oportunidad te caería muy bien — comentó —. Además, ella cuidara de ti.

Giré a verlo en cuanto dijo eso y lo miré mal.

— Lo siento chico, pero estamos ocupados aquí.

¡Puf que la pusieran a hacer algo!, yo no necesitaba niñera y menos si era ella. Héctor se fue luego de un rato y yo me eché a dormir un par de horas. No es que tuviera mucho más que hacer.

En la noche estaba medio aburrido y había contado todas las líneas que habían en ese lugar cuando Alana, creo que era su nombre, entro con comida y agua para mí. Lo dejo a mi lado y se sentó con las piernas cruzadas.

— Mira, yo no te agrado y tú a mí tampoco, pero tengo que cuidarte, así que intentemos no ser malos el uno con el otro — pidió cuando vio que volví a ignorar la comida.

— ¡Genial, aquí hay señal! — exclamó y juro que si las miradas mataran la habría hecho trizas — Sé un lobo bueno y no hagas mucho ruido, voy a intentar hablar con mi novio.

Sentía que era un niño pequeño siento regañado, me dije a mi mismo que lo mejor era ignorarla. Miré el plato y la comida se veía muy buena. ¡A la mierda el orgullo!, tengo hambre. Empecé a comer mientras la escuchaba platicar con su novio.

—Hola cariño — lo saludó

—Nena, ¿Cómo estás?

— Aburrida, aquí no tengo mucho para hacer — Alana suspira negando con la cabeza —. Pero no quiero hablar de eso, cuéntame como les fue en el ensayo.

Increíble, Jace consiguió cervezas y Michel se puso hasta arriba. Terminamos tocando la cucaracha — ella comenzó a reír en fuertes carcajadas.

— Michel me cae bien, pero Jace es algo mujeriego.

— Jace también es buen chico si lo co... un día saldremos — había interferencia en la señal.

— La señal esta algo mala cariño.

¿Dónde estás?, eso no parece una habitación.

— Estoy en el granero... ¡NOOOOO, joder! — gritó cuando su señal se cayó y así la video llamada.

Como era posible que no le doliera la garganta de tanto gritar, yo sentía que me pegaban en la cabeza cada vez que ella gritaba.

Héctor no creo que esta chica y yo nos llevemos nada bien.

Estuvo otra media hora peleando con el teléfono para intentar hablar con su novio, pero no obtuvo buenos resultados. Frustrada dejó de intentar y siguió mirando la pantalla, ni idea de que hacia, yo me dormí de nuevo no mucho después. Desperté unas horas más tarde y observé el lugar donde había estado Alana y la encontré dormida, estaba temblando de frio así que tomé con mis dientes la manta que ella había traído y como pude la puse sobre ella. Luego me acosté a su lado para intentar darle calor con mi cuerpo. No me agradaba, pero era sobrina de Héctor y no la iba a dejar morir de frío. Tampoco soy mala persona.

Nota :

Ay corazón, si en el fondo eres un cachorrito tierno. ¿Qué opinas ustedes?

De momento quisiera subir todo lo que ya llevo escrito pero NOOO pq luego tendría que ponerme las pilas y soy floja.

Si les gusta la historia compartanla con algún amigo, quizás también le guste U.U

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