Capítulo 36

19 3 0
                                    

Alana:

Ahí íbamos de nuevo, un curso más, está vez el último y no podíamos estar más emocionadas. Habíamos puesto la música a todo volumen en el coche y mientras Gretzy terminaba de pintarse las uñas, Helena y yo cantábamos a todo pulmón.

— ¿Chicas como ha quedado? — preguntó nuestras amiga desde la parte trasera enseñando sus manos, se había hecho algo sencillo por las prisas, un rosado crema que lucía muy bien con su piel clara.

— Ni siquiera te haz salido y eso que hemos agarrado un bache, ¿como lo haces? — preguntó Helena mirándola sorprendida.

— Es una habilidad adquirida — Gretzy le guiñó un ojo y volvió a sentarse en su asiento para terminar de arreglarse.

Porque no, no le había dado tiempo esta mañana y para no llegar tarde se trajo todas las cosas al coche.

Dos canciones después apagué la música y bajamos del coche. El día era caluroso así que todos vestian ropa frescas. Yo me había dejado convencer para usar un vestido corto y unos tacones altísimo que no sabía cómo iba a soportar todo el día.

— Busquemos a los chicos, Michael dice que están donde siempre — avisó Helena mientras caminabamos en esa dirección, ya por pura costumbre.

— David estará allí — arrugué la nariz haciendo una mueca.

Las chicas miraron con cara de circunstancia y yo comencé a reírme.

— No hace falta que pongan esa cara, vale que no me hace ilusión verlo pero tendré que acostumbrarme.

— Ignoralo, eso va a joderlo muchísimo — aconsejó Gretzy y le dedique una sonrisa divertida.

Tenía razón, David odiaba cuando lo ignoraba. Era lo único que no soportaba, siempre tenía que ser el centro de atención.

Llegamos con los chicos en poco tiempo, Michael y Jace platicaban entretenidos de quién sabe que.

— Hola hermosa — dijo Michael saludando a su novia con un beso sumamente tierno pero que igualmente nos hizo apartar la mirada.

— Tengan un poco de consideración por dios — se quejó Gretzy viéndolos asqueada.

— Ni lo intentes no te oyen — habló Zach detrás de mi haciéndome pegar un brinco del susto.

— ¿Como haces eso idiota? — me quejé dándole un pequeño golpe en el hombro, había hablado muy cerca de mi. Él comenzó a reírse y justo ahí me di cuenta de que no venía solo, David venía con él.

— Deberíamos irnos, tenemos ahora con el profesor Collins y ya sabes lo mucho que le agradamos — me dijo haciendo cara de hastío.

— ¿Qué? — pregunté decepcionada — Mira que empezar el año oyendo a ese hombre, ¿que no tenía que retirarse hace dos cursos?

— Creo que hace cuatro — acotó y yo asentí.

— Mejor muevan ese trasero antes de que el viejo llegue al aula.

— No me lo tienes que repetir Gretz — asintió Zach y luego se volvió hacia mi — ¿Vamos?

— ¿Tengo opción? — sonreí inocente.

— No — zanjó y comenzó a caminar, de reojo vi a David seguirnos resoplando. Solo Michael lo había saludado con un rápido choque de puños.

¿Está mal que quiera hacerlo enojar?

¿No?

¡Genial!

La primera hora fue aburridisima, yo me esperaba tener clase con otro profe que dijera lo de todos los años y nos dejara el resto de la hora libre. En cambio dimos la clase y además hizo un examen para ver qué recordabamos de su asignatura.

Spoiler : nada.

Por suerte la siguiente hora era con la profesora más joven de las que teníamos y el primer día lo ultilizaba para hablarnos de su verano recorriendo el mar y ayudando a animales marinos. También nos hacía preguntas de nuestro veranos y terminábamos conversando todos.

Eso me hizo sonreír, sería una clase divertida.

Intentando guardar algunas cosas dentro de mi bolso acabé chocando con alguien...

... O más bien alguien chocó conmigo a propósito.

Mary se encontraba delante de mí con una sonrisa de suficiencia en los labios.

— Quítate de en medio — mascullé.

— ¿Que harás si no quiero? Ir corriendo donde David a decirle que te estoy molestando.

— Mary no voy a detenerme a discutir contigo — aseguré — Si esto es por David, te lo regalo con moño y todo. No quiero saber nada de él, solo quiero advertirte que tú no fuiste la primera como también se que no serías la última. Espero que pienses bien en dónde vas a meterte y que te vaya muy bien.

Pasé a su lado y por el rabillo del ojo vi su sonrisa flaquear o tal vez solo lo imaginé. Sea como sea me daba igual, simplemente no quería nada de ninguno.

Justo en ese momento me di cuenta de que no era por rencor, dolor o resentimiento sino que simplemente ya no importaba. Daba igual y es triste que alguien que alguna vez tuvo un lugar en tu corazón ahora sólo fuera uno más entre la multitud.

Luna Roja Donde viven las historias. Descúbrelo ahora