Derek:
Los días se me iban como agua entre los dedos, para cuando me di cuenta era la última noche de Ali en la granja. Estás últimas semanas las habíamos pasado con mis amigos en el pueblo, saliendo y también en casa pasando el rato juntos.
Nos besábamos en los pasillos, en el granero y teníamos al menos 30 fotos juntos. Había disfrutado tanto mi tiempo con ella sin preocuparme de que fuera algo efímero que ahora que la realidad me golpeaba de frente me sentía devastado. En la mañana su padre vendría a buscarla y ella volvería a la ciudad, no volvería a verla y seguiríamos vidas separadas.
En estas semanas también me había dado cuenta de algo y era que me estaba enamorando de Alana, que posiblemente todo hubiera empezado desde que pasaba hora escuchándola hablar sin aburrirme ni siquiera un poco. Ahora no tenía ni idea de que hacer con este sentimiento.
— ¿Quieres que veamos otra cosa? — me pregunta Alana.
Estamos acurrucados en el sofá hace un rato mirando una película que pasaban por la tele. Aunque no le he estado prestando atención y ella parece haberlo notado.
— Quiero que no te vayas mañana — confieso.
Ali se separa de mi y se sienta de frente. Tiene el pelo revuelto por estar apoyada sobre mi.
— Pensé que si no hablaba del tema sería menos real — admite.
— Lo siento, no puedo evitarlo — le digo — apenas faltan unas horas y... De verdad que no quiero que te vayas.
— Podrías ir a verme — sugiere mordiendo su labio inferior.
— Eso no tienes ni que decirlo, pero igual voy a echarte de menos — aseguro.
— ¿De verás lo harás? — pregunta emocionada y yo frunzo el ceño.
— ¿Ir a verte? — cuestionó y ella asiente — Pues claro que sí.
— ¡Eres el mejor del mundo! — chilla emocionada y salta sobre mi para abrazarme — Tenía tanto miedo de que no pudiera volver a verte hasta el siguiente verano y que cuando volviera fuéramos unos completos desconocidos.
— Eso no habría pasado nunca — replico — Crees que te dejaría ir así de fácil, pues no, vas a aburrirte de mi.
— Promételo — pide mirándome a los ojos.
— Lo prometo — digo, sabiendo que de todas formas jamás me alejaría de ella porque simplemente no puedo.
Porque me he unido a ella desde la primera vez que la vi llorar y porque según mi padre es un vínculo que no puede ser roto. Que siempre cuidaré de ella, pase lo que pase y que además de eso tiene mi corazón en sus manos.
Alana me sonríe con los ojos cristalizados y me besa con fuerza. En este tiempo eso se ha vuelto tan común entre nosotros que simplemente me dejó llevar. Mi corazón late tan rápido como el suyo y cuando pone su mano en mi pecho dándose cuenta de esto las lágrimas descienden por sus mejillas mezcladose con nuestro beso.
Rompo el contacto para secar sus ojos y la beso de nuevo, haciéndola sonreír. Siento una presión que me oprime el pecho y se que estar sin ella será de las cosas más complicadas que tendré que hacer jamás. Tengo miedo a que conozca a alguien más y tengo muchísimo miedo a que ella no sienta lo mismo que yo.
Sé que ha pasado por una mala relación y que puede tener miedo a dejarse llevar con alguien más. Así que aunque ya se que le gusto, no puedo saber si querrá que mantengamos una relación y más cuando nos separan dos horas en coche.
Así que esa noche nos besamos y nos abrazamos como si el mañana no existiera y tengo que tragarme el te quiero, que amenaza con salir.
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Luna Roja
WerewolfDerek entra en la vida de Alana accidentalmente y un evento celestial lo obliga a quedarse más tiempo del planeado. Esa noche cambia muchas cosas para ellos. ¿Quieres saber cuáles? ¡Ven y descúbrelo por ti mismo!