Alana:
— Alana, Alana…despierta —escucho vagamente como alguien me llama mientras me mueve el brazo suavemente.
Me doy la vuelta y abro un ojo para ver de quien se trata.
— ¡Ahhh!, ¿QUE HACES AQUÍ PERVERTIDO? —grito como una loca y le aviento una almohada que como no, el atrapa antes de que le dé en la cara.
— ¡Maldita loca, vine a traerte el desayuno! —exclama cuando estoy por tirarle otra almohada.
— ¿Que tú qué? —pregunto con cara de: ¿Qué diablos? y mi mano se queda en el aire sujetando la almohada.
— Tu tía me hizo subirte el desayuno como pago por haberte tardado tanto —bufa señalando mi mesita de noche donde hay una bandeja con comida — Menudo recibimiento, a la próxima no intento ser amable, no sea que me mates.
— Vale perdón, me asustaste —dejo la almohada en su sitio y le hago una seña para que se siente a mi lado. Entrecierra los ojos en mi dirección pero acaba por hacerlo.
— Toma —dice tomando la bandeja y colocándola sobre mis piernas — Perdón por haber tardado.
— No te preocupes, ahora estas aquí y eso es lo más importante — aseguro con una sonrisa.
— Pues a comer —ordena y toma una tostada de mi plato.
— ¡Oye! se supone que eso es mío —me quejo.
— ¿Cómo crees que consiguieron hacerme traerte el desayuno a la cama? —cuestiona con el ceño fruncido. Abro la boca indignada y lo miro mal.
— Está bien, pero solo porque no te voy a dejar sin comer toda la mañana y aquí hay suficiente para los dos —concedo y procedemos a desayunar juntos.
Media hora después bajamos a la sala y encuentro a tía Fi buscando algo en su chaqueta.
— ¿Vas a salir? —pregunto.
— Hola chicos, si voy a ayudar a tu tío un rato —informa — ¿Disfrutaste tu desayuno cariño?
— Si, algo así —respondo mirando a Derek quien se encoge de hombros con una sonrisa inocente.
Pff suficiente comida para los dos. ¡Aquí el angelito come como si no hubiera un mañana!
— Me alegro, nos vemos luego —se despide cuando saca unas llaves y sale por la puerta.
— ¿Ahora qué hacemos? — cuestiona D.
— Yo voy a la cocina para buscar algo de comer.
— ¡Me gusta tu idea! —afirma y cuando intenta caminar lo detengo poniendo mi mano en su pecho.
— Alto ahí, yo voy a comer algo —aclaro—. Tú vas a buscar mi teléfono para ver las pelis que quedan.
— Pero yo…
— Ni lo sueñes —interrumpo —. Ya te comiste casi todo mi desayuno.
— De acuerdo —bufa molesto y se va de vuelta a mi habitación mascullando algo de que soy mandona.
Niego con la cabeza riendo y me apresuro en llegar a la cocina, no sea que se aburra y venga a quitarme la comida. Me preparo un simple sándwich con mayonesa y un vaso de jugo. Aunque ahora mismo quiera golpear a mi amigo me gusta que este aquí.
— ¡Ali date prisa! —me grita D. Termino de tomar mi jugo y dejo todo en el fregadero.
— ¿Por qué no lo haz conectado? — pregunto.
— No tengo idea de cómo lo hiciste anoche.
Me rio de su cara de confusión y bajo su atenta mirada voy y conecto el teléfono con el televisor. Busco la peli, le doy play y me siento en el sofá grande con D.
— Deberías enseñarme —comenta.
— La próxima vez, ahora calla que ya empezó —pido haciendo una seña con la mano y lo escucho reír.
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Luna Roja
WerewolfDerek entra en la vida de Alana accidentalmente y un evento celestial lo obliga a quedarse más tiempo del planeado. Esa noche cambia muchas cosas para ellos. ¿Quieres saber cuáles? ¡Ven y descúbrelo por ti mismo!