🥀Capítulo 18🥀

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Estar junto a Aidan  es como una montaña rusa. Me siento confundida cuando estoy a su lado, ya que él me hace tantas emociones a la vez. 

Sé que me gusta, y sé que él sabe que es así, a pesar de que jamás lo he dicho en voz alta. Supongo que mis acciones de algunos días atrás le han dejado claro que siento por él a pesar de que jamás he dicho una palabra. 

Además que no puedo dejar de pensar en aquella noche que estuvimos en el hotel, él estuvo a segundos de bajar mis bragas, de ... Santo cielo, mi pulso estalla bajo mi piel de solo recordar sus manos sobre mi cintura. 

Sí no fuera por esa estúpida llamada, nosotros habríamos tenido sexo.  Pensar en eso me confunde, ya que me hubiera gustado que pasara, pero a la vez no.  Ah maldición ¿Ven que todo es confuso?. 

Nuestro futuro es tan incierto, que solo puedo resignarme a vivir el día a día con él.  No puedo idealizar un futuro a su lado, porque no sé qué será de nosotros cuando el contrato termine.  Sé que le gusto, él me lo ha dicho, pero siento que gustar no me asegura que él se quede a mi lado.  Y es eso lo que me entristece, porque lo veo y soy tan feliz, pero estoy tan triste también por este mismo motivo.

-Basta ______, ya no pienses más.-susurro mientras me miro en el espejo. 

Hoy es sábado, el día del evento donde Aidan asistirá, y el señor Fleming desea que yo este también.  Seré honesta, no tengo idea adonde vamos, solo se que será un lugar donde habrá mucha gente importante. 

Aidan debería estar por llegar, así que me miro en el espejo y sí, me siento conforme con este vestido, es negro completo, ceñido al cuerpo y hasta la rodilla, mis hombros están descubiertos, así que debo usar un lindo pañuelo de gasa transparente  color rojo, lo adoro.  Lo hemos comprado el día en que mamá nos visitó y Sara llamó a Aidan. 

Intento no pensar en eso porque esa mujer me asusta, sus palabras fueron tan crudas que temo encontrarla algún día.  Además que aquel día fue el último que Aidan me besó, los días siguientes continuaron como en un principio, él no ha sido malo conmigo, pero no ah intentado nada nuevamente, como besarme, o tocarme. 

Creo que algo le pasó y eso me pone inquieta.  por eso que mis días junto a él son como. Es una montaña rusa, no sé cuando querrá estar cerca de mi o cuando querrá mantener las distancias. 

Mientras pienso en esto, alguien toca a la puerta, debe ser Aidan.  Así que corro descalza por mi pequeño pasillo y abro la puerta. 

Mi corazón se detiene al verlo, santo cielo, esta guapísimo.  No puedo evitar mirarlo de los pies a la cabeza, nuestros atuendo van a conjunto, él viste un traje completamente de negro pero su camisa es roja.  Se ve tan sexy, sobre todo porque los botones están abiertos y pueden verse  su pecho. 

-¿Hola? .- me dice divertido, quizás mi rostro es un poema. 

-Hola.-susurro realmente avergonzada. 

-¿Puedo pasar? .- me pregunta. 

-Sí.-digo y lo invito a entrar cerrando la puerta rápidamente cuando pasa por mi lado. 

Su perfume es espectacular. 

Cuando me volteo y lo miro, él está observándome, sus ojos se pasean de arriba abajo varias veces por mi cuerpo, y sobre todo en mis pechos, mierda ¿puede al menos disimular un poquito?.

-¿Qué? .- pregunto nerviosa. 

-Estás muy bonita.-me dice y deja de mirarme para caminar hasta el sofá.  Mierda ¿debería decirle gracias? 

𝑈𝑛𝑎 𝐺𝑟𝑎𝑛 𝑀𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 ||  𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 𝐺𝑎𝑙𝑙𝑎𝑔ℎ𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora