𝑈𝑛𝑎 𝐺𝑟𝑎𝑛 𝑀𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 || 𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 𝐺𝑎𝑙𝑙𝑎𝑔ℎ𝑒𝑟

🥀Capítulo 73🥀

El incidente en el campus no pasa desapercibido. A pesar de que todo ocurrió demasiado rápido, alguien le dijo a mi coordinador de carrera que yo era la novia del chico que golpeó a otro estudiante.
Por lo que debí presentarme en rectoría para explicar lo que había pasado.
De no ser por los testigos presentes tanto los que vieron la pelea como los que estuvieron aquel día en la cafetería, ellos hubieran creído que esto se trataba de un trío amoroso.
Lo más terrible de todo esto, fue tener que ver personalmente al chico que me gritó aquellas cosas en el aparcamiento.

Solo lo vi fugazmente, pero me bastó esos escasos segundos para darme cuenta que tan grande había sido el golpe que Aidan le había dado. Todo su mentón, parte de su boca y nariz hinchada, con los típicos colores cuando tienes un hematoma.

Me perdí todas las clases de la mañana por estar en rectoria con aquellos que habían estado en la pelea, pero al final todo valió la pena, porque aquel chico fue suspendido de sus clases debido al acoso hacia mi, le dieron la opción de tomar sus clases por las tardes, cuando yo no estuviera dando vueltas por la universidad.
El alivio que sentí en ese momento fue tan grande, al fin podría caminar tranquila sin sentir pánico.

Cuando me preguntaron sobre Aidan, solo dije que él me defendió, que no debían tomarla con él, porque no era una mala persona. Incluso el acosador prefirió no hablar de él, así que todos olvidaron a mi novio y su furia.

-¿Cómo está él?.—Me pregunta Sussy cuando nos encontramos en el pasillo.

-Está mejor. Casi recuperado, no ha podido hacer nada durante toda la semana, el médico le prohibió ir a trabajar.—Le cuento.

-¡Pues con justa razón!, Me alegra que esté mejor.—Ella me sonríe.

Juntas caminamos hacia nuestra primera clase de mañana.
Estos días han sido muy difíciles para mí, Aidan está desesperado en casa, con una de sus manos inmovilizada y no poder hacer mucho en su estudio, está un poco nervioso y cascarrabias con Andy.
Cuando llego por las tardes él viene hasta mi, me abraza y por varios minutos no me deja ir hasta tener su dosis de mimos.

Adoro estar con él. Me hace feliz verlo todos los días, poder dormir a su lado. Poder compartir el desayuno juntos, y las cenas en la noche. Adoro los fin de semana, porque ambos preferimos quedarnos en casa, viendo alguna película, preparando algo rico para comer, todo es mucho más lindo junto a él.

Emocionada espero que pasen las horas para poder estar en casa junto a él. Mientras termina nuestra penúltima clase, le envío un mensaje, avisándole que pronto estaré junto a él.
La profesora continua hablando y yo continuo mirando el móvil. Normalmente él siempre me responde rápido, como está solo y con tiempo libre, está con su móvil cerca.

-Bien, somos libres.—Comenta Sussy a mi lado, pero no le presto mucha atención.

Vuelvo a enviarle otro mensaje, preguntándole si está bien, pero tampoco lo ve, es más ni el primero ni el segundo le llegan.

-Dame un minuto.—Le pido a Sussy.

Lo llamo. Sé que es exagerado de mi parte llamarlo porque no respondió unos mensajes, pero insisto, él siempre responde, es extraño que mis whatsApp no le lleguen.
Cuando marco, me envía al buzón de voz.

-¿Está todo bien?.—Me pregunta Sussy.

-Sí, es solo que...—Susurro.—Nada, solo estaba llamando a Aidan, pero su teléfono suena apagado.