🥀Capítulo 48🥀

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Maratón 10/15

Sé cuál es mi respuesta. Por supuesto que deseo pasar aquellos tres días con él fuera de Londres, pero también deseo que él se esfuerce un poco más.

Es por eso que le juego una broma, quiero saber cual es su reacción si le digo que tengo que pensarlo.

-Mañana te daré una respuesta ¿Está bien?.—le digo y él se me queda mirando un tanto decepcionado.

-¿Porqué no puedes decirme ahora si quieres o no?.—su tono de voz cambia al hablar, claramente no era la respuesta que quería escuchar.

-Porque ya te dije, comencé las clases, debo concentrarme en eso.—le explico.—todo dependerá si nos envían muchos trabajos para este fin de semana.

No nos enviarán, nuestros maestros ya nos dijeron que por ser la primera semana para todos, será un regalo, pero solo esta, desde la próxima semana las cosas se pondrán más difíciles.

-Porque ya te dije, comencé las clases, debo concentrarme en eso.—le explico.—todo dependerá si nos envían muchos trabajos para este fin de semana.

No nos enviarán, nuestros maestros ya nos dijeron que por ser la primera semana para todos, será un regalo, pero solo esta, desde la próxima semana las cosas se pondrán más difíciles.

-¿Y si no puedes?.—me pregunta esta vez con preocupación.—los billetes de avión ya están comprados.

-Bueno, supongo que servirá de experiencia, para que no hagas cosas sin consultarme.—le digo y hablo enserio, a pesar de que estoy bromeando con él ya que sí iré.

-Di por echo que vendrías conmigo. Me equivoqué.—me dice y luego se aleja de mí.

Pienso que quizás se molestó, pero sólo se dirige hasta donde dejó las verduras. Por varios minutos le echa un vistazo, se queda junto al fuego revolviendo todo.

Me gustaría saber que está pensando. Verlo con el ceño fruncido y debatiendose que hacer es digno de admirar, decido que al terminar de cenar le diré que si iré con él.

-¿Deseas que te ayude en algo?.—le pregunto para romper el silencio.

-Sí, puedes poner los platos y lo demás, ya sabes donde está.—me dice sin siquiera mirarme.

No espero que él me bese, lo hago yo.

Comienzo a besarlo, a besarlo de verdad, dejo todas mis emociones reflejadas en este gesto.

-Quédate conmigo.—me pide él cuando le doy un espacio para respirar.

Le digo que sí.

Le digo que sí, sabiendo como terminará esto.

Y la verdad es que, en este momento no puedo pensar en otra cosa que no sea él.

Me dan ganas de reír.

Con obediencia pongo los platos en la mesa, un par de copas y los cubiertos. Miro a Aidan todo el tiempo, solo para cersoriarme como va su estado de ánimo, pero no cambia, continúa igual, cada vez su ceño está más fruncido.

Supongo que las cosas no están ocurriendo como él las planeó. Quizás creyó que caería inmediatamente, que le diría que sí y todo sería como él quiso que ocurriera, pero que yo le haya dado esta respuesta, está fuera de todo lo que pensó que pasaría.

Una vez lista la cena, él sirve mi plato y luego el suyo. Mi apetito se abre apenas veo su preparación, todo se ve espectacular y el olor es exquisito.

Me siento con muchos ánimos, Aidan rellena mi copa de vino y yo espero que él haga lo mismo con la suya y como si fuera poco, alzo mi copa para hacer un brindis.

𝑈𝑛𝑎 𝐺𝑟𝑎𝑛 𝑀𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 ||  𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 𝐺𝑎𝑙𝑙𝑎𝑔ℎ𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora