𝑈𝑛𝑎 𝐺𝑟𝑎𝑛 𝑀𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 || 𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 𝐺𝑎𝑙𝑙𝑎𝑔ℎ𝑒𝑟

🥀Capítulo 52🥀

Maratón 13/15

Esta mañana tuve el despertar más dulce de toda mi vida. Jamás me había sentido así, ni siquiera con mi antigua relación.

Es difícil explicar con palabras como me siento ante la confesión de Aidan, una parte de mi duda si realmente ocurrió y la otra se siente rebosante de alegría.

Me sentí como una niña cohibida cuando ambos despertamos y nos saludamos. El pudor que sentía en su presencia era casi nulo, pero después de anoche, algo a cambiado entre los dos.

Las mariposas en mi estómago se han multiplicado. Y el latir de mi corazón se vuelve más grande conforme pasan las horas, ya que sé, que lo veré al terminar mis clases.

No quiero volverme una boba delante de él, pero incluso al tomar el desayuno junto a él me hizo tener varios momentos de torpeza.

Y los más vergonzoso de todo, es que Aidan se dio cuenta de cada uno de elos. Sus disimuladas sonrisas lo confirmaron.

Es difícil explicar con palabras como me siento ante la confesión de Aidan, una parte de mi duda si realmente ocurrió y la otra se siente rebosante de alegría.

Y lo más vergonzoso de todo, es que Aidan se dió cuenta de cada uno de ellos. Sus disimuladas sonrisas lo confirmaron.

Ni siquiera estando en clases he podido mantener la concentración, Sussy me preguntó varias veces que me pasaba, porqué estaba tan distraída.

¿Cómo podría explicarle que Aidan Gallagher es mi motivo? ¿Como podría decirle que muchas noches soñé con aquel momento, que llegué a darme por vencida y que creí que lo mejor sería alejarnos porque había perdido las esperanzas?

Es por eso que, solo me limito a decirle que todo está bien, que no debe preocuparse, que estaré más atenta a las instrucciones de nuestros profesores. Ella asintió, y ambas volvimos nuestra atención a la clase.

Gracias al cielo, la mañana transcurrió rápido, aunque aún nos quedan dos asignaturas más.

-Creo que hoy solo tomaré una botella de agua.—me dice mientras entramos en el casino de la universidad.

-¿Porqué?¿Estás enferma?.—pregunto mirándola. La verdad es que no se ve que estuviera mal.

-No, es solo que mi novio vendrá por mi, y me invitará a cenar, no te imaginas la cantidad de comida que puede comer.—me dice y ambas sonreímos.

La verdad es que si puedo imaginarlo.

-Podrías comer alguna fruta.—le sugiero pero ella niega.

No le insisto mucho, si ella no desea comer esta bien. Lo que es yo, muero de hambre. Llegando a la cafetería sin pensarlo me compro una rebanada de pizza y una coca cola.

Esta mañana apenas desayuné, mi estómago estaba lleno de mariposas y nerviosismo.

Con Sussy buscamos una mesa disponible y nos sentamos. Tenemos una hora libre hasta que comience la siguiente y penúltima clase del día.

Durante varios minutos hablamos de ella, deseo conocerla más, es una buena chica y muy dulce. Sussy es un año menor que yo, tiene veintitrés años, y mediante hablamos me doy cuenta que tiene una mente muy madura, incluso más que yo, que soy mayor.

-¿Llevas mucho tiempo con tu novio?.—le pregunto con curiosidad.

-Casi dos años.—me responde.—aunque con muchos altos y bajos.

-Vaya.—susurro.—No a sido fácil entonces.—deduzco.

-La verdad es que no, Louis tiene una personalidad muy única, es muy difícil de entender. Cuando lo conocí, me cayó muy mal, ambos tenemos amigos en común, es por eso que llegué a conocerlo, si no fuera por eso, jamás me habría dado el tiempo de conocerlo un poco más.