Maratón 15/15
No puedo irme después de lo que me ha dicho.
Todo lo que había planeado se va al fondo de la basura, incluso el enfado que sentí minutos atrás, desapareció.
Debe ser extraño comprender una mente así como la mía, pero su tranquilidad y que sea tan apaciguo me quita la calma. Cuando lo conocí él era brusco, tosco, desagradable conmigo, incluso hiriente, y que después haya sido todo lo contrario, fue un cambio repentino.
Claramente, no extraño ese Aidan, es solo que hay momentos como este, que desearía que él volviera, sobre todo cuando se trata de esa mujer.
Por algunos minutos me quedo sentada en el sofá esperando que él vuelva, pero después de escuchar sus palabras dudo que Aidan venga detrás de mí.
Debe ser extraño comprender una mente así como la mía, pero su tranquilidad y que sea tan apaciguo me quita la calma. Cuando lo conocí él era brusco, tosco, desagradable conmigo, incluso hiriente, y que después haya sido todo lo contrario, fue un cambio repentino.
Por algunos minutos me quedo sentada en el sofá esperando que él vuelva, pero después de escuchar sus palabras dudo que Aidan venga detrás de mí.
Así que me levanto y camino con cuidado por el pasillo, no entro en su estudio, no creo que esté allí. Continúo avanzando y noto que la puerta de su habitación está abierta, así que miro el interior y lo noto inmediatamente.
Aidan está sentado en la cama, dándome la espalda. Él sostiene un pequeño frasco de píldoras y las mira cuidadosamente.
Verlo así, me causa mucha tristeza. Me llego a sentir culpable por haberle dicho que me iría, claramente él se quedaría solo, aquí.
Por algunos segundos dudo si entrar o no, pero al final decido que lo haré porque no puedo soportar la distancia que nos separa. Así que, me quito los zapatos con mucho cuidado y camino hasta su cama.
No le digo nada, simplemente gateo sobre ésta hasta donde él está. Aidan se voltea inmediatamente al sentir peso sobre su cama. Por una breve fracción de segundos nos quedamos mirando, pero luego el contacto visual se rompe cuando me acerco y lo abrazo.
Envuelvo mis brazos en su cintura y pego mi mejilla en su espalda. Quiero decirle que lo lamento, que lamento no haber querido escuchar lo que él le dijo, y que no quiero irme, pero no sé cómo llegar a él cuando está enfadado.
Él tampoco me dice algo, se mantiene en silencio, aunque sus manos se posan sobre las mías.
-¿Estás molesto conmigo?.—me atrevo a preguntar después de varios segundos en silencio.
-Un poco.—Me dice.
-Lo lamento.—susurro arrepentida. Espero que él me hable, pero continúa en silencio.—Háblame.—le pido.
-¿Que quieres que te diga?.
-Lo que sea.—susurro y lo abrazo más fuerte. Aidan suspira ruidosamente.—No quiero que estés enfadado conmigo.
-Yo tampoco quiero estarlo _____, pero ya no sé que hacer para que confíes en mi.—me dice.—Me molesta mucho que continúes creyendo que ella me gusta, que me importa, o que corro tras ella, cuando no es así. Te he demostrado de muchas maneras que solo te quiero a ti, pero si tú continuas dudando de mi, esto no va a funcionar.
Joder, esto si me duele.
-Lo siento Aidan, es solo que...—La verdad es que ya no sé ni que decir.
-Sé que mi actuar delante de ella te genera ciertas dudas, pero no es lo que crees. Ella está enferma _____, y cuando las personas están en esa condición, yo no discuto, ni siquiera gasto mi garganta en gritarles.—me dice.—y sé que quizás, que todo lo que le dije, no lo tomará en cuenta, y querrá seguir insistiendo en querer tener algo conmigo, pero no debes preocuparte, porque mi corazón te pertenece a ti, ni siquiera deberías dudar de lo que estoy diciendo. Eso es lo que me molesta, y me hiere, porque te dije que estoy enamorado de ti, pero ni siquiera eso, te hizo confiar en mi.
Me siento como la bruja del cuento.
Deshago mi abrazo y me levanto de la cama para sentarme en su regazo. Él no me rechaza, es más, envuelve sus brazos al rededor de mi cintura y yo los míos en su cuello.
-Te amo Aidan.—le digo mirándolo directamente a los ojos.—Perdóname por haber dudado de ti, dejé que mis celos me embargaran, pero ya no será así.
-¿Lo prometes?.—me pregunta.
-Sí, desde ahora dejaré de tomar en cuenta lo que ella haga. Tienes razón, ella desea provocarme, sabe que sus atributos son mil veces mejores que los míos, y debe saber que yo lo sé, y se aprovecha de eso.
Aidan se ríe levemente al escucharme.
-Ella no tiene ni la mitad de tus atributos.—me asegura mientras reparte suaves besos en mi mejilla.—Eres preciosa.—susurra mientras continúa su sendero de besos hasta la comisura de mis labios.—Y muy sexy.—agrega antes de posar su boca sobre la mía.
Por algunos minutos nos besamos. Aidan acaricia la parte baja de mi espalda mientras yo acaricio su cabello sin alejarme ni un poquito de su boca.
-¿Puedo quedarme verdad?.—le pregunto inocentemente.
Él sonríe.
-¿Ya no quieres irte de viaje conmigo?.—me pregunta.—ah, deberás que me dijiste que fuera solo.
-Era mentira.—digo rápidamente.—Jamás dejaría que te fueras sin mí. Te extrañaría mucho.
-¿Solo por eso?.
-Bueno, también porque sé que otras chicas te mirarían.
-No sabía que eras tan celosa.—me dice juguetón.
-No soy tan celosa—digo.
-¿celosa normal?.—bromea y yo asiento.—No debes ponerte celosa por nadie, soy tuyo.
-¿Mío?.—susurro un poco sonrojada.
-Sí.
-¿No eres de los que cree que nos pertenecemos a nosotros mismos?.
-No.—me dice y se encoge de hombros.—En realidad, cada quien es libre de escoger, yo eligo pertenecerte a ti.
-Estás muy romántico.—susurro sorprendida.
-Te dije que cuando mi álbum estuviera listo, correría tras de ti, es lo que estoy haciendo.—me dice.
-¿ah?¿Tu álbum está listo ya?.—Esto me pilla por sorpresa.
-Solo faltan algunos detalles.—me cuenta.—Pero ya no necesito esperar más para hacer lo que tanto quería.
-¿Y es?.—pregunto mirándolo, aunque sé que es. Él sonríe.
-Amarte.—me dice, su azulada mirada me traspasa.
-Estas provocando que me ruborice.—le digo sintiendo el corazón latir a mil por hora.
-¿Te sonrojada escucharme decir que te amo?.—me pregunta y siento mi rostro cada vez más rojo. Aidan se ríe. —Te lo diré muy seguido, quizás cada cinco segundos.—agrega y besa mi mejilla.—Te amo ____.—susurra mientras sus labios descienden por mi cuello.—Te amo, Te amo, Te amo.—Repite entre besos.
Creo que me voy a desmayar.
-Y yo te amo a ti.—Susurro.
-Lo sé.—me dice y sonríe sobre mi cuello.—Deberíamos comenzar a alistarnos, París nos espera.
-Sí.—susurro,pero no me muevo ni un centímetro.
La verdad es que ninguno desea hacerlo. Me siento tan bien entre sus brazos, que podría quedarme aquí en este mismo lugar todo el fin de semana.
Aidan me abraza con fuerza mientras yo me quedo acariciando su fino cabello.
Vaya que día, el de hoy.
⊱⋅ ──────────── ⋅⊰
Hola!!!!
Bueno hasta aquí el maratón ojalá les allá gustado :)
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𝑈𝑛𝑎 𝐺𝑟𝑎𝑛 𝑀𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 || 𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 𝐺𝑎𝑙𝑙𝑎𝑔ℎ𝑒𝑟
Fanfiction↳ 𝑈𝑛𝑎 𝐺𝑟𝑎𝑛 𝑀𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 - 𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 𝐺𝑎𝑙𝑙𝑎𝑔ℎ𝑒𝑟 ↴ ¿Piensɑs en mi ɑveses? Mi corɑzón tiene lɑ esperɑnzɑ, de que regreses estɑ noche 𖡡 ɑdɑptɑción de @niɑllerismineok ⇩ℓσgrσs ⇥ 1# en noviɑ fɑlsɑ ⇥ 3# aidangallagher ⇥ 1# en gallagh...