Capítulo 1 "Sueños"

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Últimamente he estado teniendo un sueño recurrente, no sé exactamente cuando empezó, pero desde que lo hizo extrañamente siento un vacío.

Hoy como todos los días me encuentro en mi cama, apunto de dormir, sé perfectamente lo que va a pasar, sé lo que voy a soñar, aún así todavía no estoy preparada para verlo de nuevo.

Sin darme cuenta me acabo quedando dormida, ¿por qué lo sé?
Está claro, este no es el mundo real, porque al abrir los ojos, lo que veo es un parque.
Veo las hojas verdes de los árboles moverse con el viento. Veo a la gente divirtiendose justo ante mis ojos. Estoy sentada en un banco, junto a otra chica, es la chica que aparece en todos y cada uno de mis sueños.
Estaría encantada de describirla, pero, al despertar nunca recuerdo su cara.

Ella es la única que no cambia, en todos mis sueños siempre aparecemos en sitios diferentes, bosques, parques, lagos, montañas... Hasta ahora solo han sido paisajes naturales.
Pero ella siempre es la misma persona.
¿Cómo lo sé si no recuerdo su cara?

Simplemente lo siento, siento que es ella, mi corazón me dice que lo es.

Parecemos personas cercanas, ella solo me mira y me habla, pero no puedo oír nada, solo puedo ver sus labios moverse sin emitir sonido alguno, al menos no uno audible para mis oídos.
Entonces es cuando la oigo decir algo, por fin.

«Chika-chan»

Parece que quiere continuar hablando, me llama por mi nombre, y preparada para decir otra cosa es cuando todo se vuelve negro de repente, ya no puedo verla, ya no puedo oírla, no puedo sentirla tampoco, entonces es cuando se que estoy despierta, cuando no siento nada.

Desde que sueño eso todos los días al despertarme siento un gran vacío dentro de mí, como si no quisiese seguir viviendo en este mundo.
No es que yo antes estuviese igual, en realidad soy feliz, esto solo me ocurre al despertarme, porque siento que he olvidado algo, algo importante, pero no sé el que.

Lo único que me queda para confirmar es abrir mis ojos y encontrarme con el blanco techo de mi habitación y la luz del sol entrando por mi ventana, ese era al mundo real, no el mundo de mis sueños.

Entonces, siempre intento recordar el sueño, pero no solo olvido su cara, también su voz, su olor, su tacto, no recuerdo absolutamente nada. Eso es lo que me preocupa, yo no tengo tan mala memoria como para olvidar tantas cosas.

Millones de preguntas llegan a mi cabeza, pero no soy capaz de responder ninguna. Entonces ¿por qué no se las pregunto a la chica del sueño?
Ya lo he intentado, pero no logro escuchar mi voz, las palabras no salen de mi boca, aún así, si ella me dijera las respuestas tampoco las podría oír. Y si pudiera, no las recordaría, está claro que no hay solución para eso, al menos no una que yo tenga.

Me levanto de mi cama, sin ganas de hacer nada, pero tengo que ir al instituto, no puedo quedarme en casa pensando, aunque me gustaría hacerlo, el mundo real no me gusta nada, mi vida no es para nada envidiable.

Salgo de mi casa en dirección al instituto, no está muy lejos, solo tengo que andar unas calles y ya estaré, es algo bueno ya que no me gustaría ir andando mucho tiempo hasta allí, entonces sí que me negaría a ir.

Al llegar me dirijo rápidamente a mi clase, no quiero encontrarme con nadie, no quiero que nadie me vea, no soy la típica persona sociable que se lleva bien con todos, antes lo era, pero ocurrió algo, después de mi última amistad no creo que los amigos reales existan.

Es una historia que contaré, antes tenía una mejor amiga, pero no acabamos del todo bien que digamos, más bien ahora me odia. Y todo por culpa de aquella maldita fiesta.

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