Recuerdos

Capítulo 29

«En cinco minutos estoy allí» respondí al mensaje de You.
Supuse que ella estaría de camino o incluso ya se encontraría allí.

Fui a la habitación en la que mis padres y mi hermana se encontraban, esta vez para decirles que saldría de nuevo, pero que volvería muy pronto.

—¿A dónde vas a estas horas? Si acabas de llegar.
Traté de pensar en algo rápidamente.

—Quería sacar a pasear a Shiitake, hoy no tuve mucho tiempo y hace bastante que no lo hago —respondí tras pensarlo unos segundos.
Mis padres me miraron con expresiones de asombro, mientras que Ayumu me sonrió de forma sincera, en el fondo yo también quería cumplir mi promesa.

—¿Has comido algo? —trataron de asegurarse mis padres.

—Sí, antes de llegar.
Parecieron aliviados al haber aclarado esto, así que me dejaron salir sin ningún problema junto a Shiitake.

«Espero que te gusten los perros».

You no tardó ni dos segundos en responder al nuevo mensaje.

«AMO a los perros».

Pude notar la comisura de mis labios elevarse inconscientemente mientras que con Shiitake me dirigía al parque de siempre.

Fue un camino silencioso, ya se notaba que era tarde, no había mucha gente en las calles.
Generalmente salía más tarde para ver a You, pero no importaba en ese momento, quería verla de nuevo.

Al entrar al parque, Shiitake comenzó a emocionarse y tirar un poco de la correa, es un perro bastante grande, por lo que casi tropecé hacia delante.
Por suerte conseguí estabilizarme y no me caí en el primer tirón. Ojalá poder decir lo mismo del segundo.
Una vez sentí que no iba a volver a suceder, Shiitake volvió a tirar, un poco más fuerte esta vez. Al no esperarlo, caí hacia delante, aún sujetando la correa. Entonces logró soltarse y salir corriendo.

Nunca lo había visto tan emocionado, quizás porque hacía mucho que no lo sacaba a pasear o siquiera me acordaba de él.

No dudé ni un segundo más en salir corriendo detrás de él, aunque poco después paré en seco.
Quizás ver a mi perro saltando alegre sobre aquella chica que ocupaba mis pensamientos la mayor parte del día fue demasiado impactante para mí.
Shiitake movía la cola eufórico, You parecía tan feliz de verlo, le dedicaba una sonrisa preciosa, mucho más brillante que las que hasta ahora había visto en ella.

Después de unos segundos You levantó la vista y nuestras miradas se encontraron.
—Chika, ¿estás bien? Te vi caer, espero que no duela mucho —habló antes de que pudiera decir nada.

—Sí, estoy bien. —sonreí mientras me acercaba a ellos.

—Es muy grande.

—Creció demasiado rápido, antes no era ni la mitad de lo que es ahora —afirmé.

—¿Cómo se llama?

—Shiitake.
Tras pronunciar aquel nombre, la sonrisa de You creció.

—Es un nombre muy bonito, seguro que se lo pusiste tú —dijo sin cambiar la expresión. Asentí para confirmarlo.

—Parece que le caes bien —observé.
Ella aún seguía acariciándolo con cuidado, era una vista muy linda.

—¿A qué se debe esta agradable visita? —cuestionó.

—Mis padres no me dejarían salir de saber que venía aquí sola —expliqué.— Así que lo traje conmigo, espero que no te importe.

—Para nada, es adorable. —You se levantó y agarró la correa de Shiitake para acercarse a mí.— Vamos a pasearlo entonces, ¿no?