Capítulo 27

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No entendía nada, no procesaba lo ocurrido.
Primero You se refería a mí como su amiga, no daba señales de nada más. Y una vez todas mis esperanzas estuvieran bajo tierra, las volvía a desenterrar besándome.
No hubo ningún tipo de rechazo por mi parte aún así, quizás debí haberme alejado, haberle dicho que no estaba para bromas.
O quizás no era una broma, You no era así. You, sabiendo todo por lo que yo había pasado nunca diría algo así si no lo sintiera de verdad.

Tuve tantos sentimientos encontrados y tantas dudas que llegué a pensar que era imposible.
O al menos al principio, después de pensarlo tanto decidí que daría un paso, que dejaría el miedo atrás por una vez.
Así que pensé que pedir ayuda sería lo mejor, quizás no, sabiendo que tendrían que ayudarme esas dos.

***

—Primero estaría bien que nos pusieras en situación, ¿no crees? —sugirió Mari.
Por un momento dudé, pero no me quedaban muchas más opciones, así que me decidí y les expliqué un poco la situación.

Hubiera sido mejor haberme encontrado con Kanan y haber podido hablar con ella, pero detrás de toda la fachada graciosa e idiota de Mari y Yoshiko, yo sabía que había mucho más que eso, ambas sabían lo que hacían y tenían muchos consejos que compartir.

—Bueno, por supuesto esto es en base a nuestra experiencia, si no estás del todo segura con algo que digamos no tienes por qué hacerlo Chika —aclaró Mari antes de comenzar.

—Está bien, lo sé. —asentí.
Ambas me sonrieron y comenzaron a decirme cosas sin parar, por un momento sentí que todo iba a salir de mi cabeza cuando una idea tras otra salía de cada una de ellas.

***

Fue un día difícil, tuve muchos conflictos internos y no había podido hablar con Kanan en todo el día.
Aún así estaba segura de que todo iría bien, como algunas veces me había dicho You, la confianza es lo más importante para que algo salga como tú quieres.

Hablando de You, no volví a ver a la real desde nuestro último encuentro, tampoco pareció tener la intención de dejarme un mensaje. Aunque yo tampoco me acordé al tener tanto en lo que pensar.

Abrí su chat en mi móvil con la intención de decirle algo, pero acabé por apagarlo de nuevo.
¿Qué sentido tenía toda esta situación?

Definitivamente hay algo mal conmigo.

El día paso más rápido de lo esperado, pero a cada minuto que pasaba yo me sentía más nerviosa.
Al ver que se acercaba la noche me negaba a conciliar el sueño. Y cuando por fin llegó la hora a la que podía permitirme dormir, no conseguía hacerlo.

Estuve esperando más de una hora para que los nervios se fueran y conseguir mi objetivo, sin embargo cada minuto que pasaba sentía más estrés.
Finalmente decidí dar un paseo antes de dormir, creí que necesitaba olvidarme de todo por un segundo, de esa forma podría lograrlo.

Logré salir de mi casa sin hacer ruido y dar un paseo por los alrededores, sin darme cuenta acabé de nuevo en aquel parque.
No me negué en absoluto a caminar por allí, de alguna forma tenía la esperanza de volver a encontrarme con You.

Lo que más me sorprendió fue que mi mente no se equivocaba, ella se encontraba allí sentada, como la última vez.

Al darse cuenta de mi presencia cambió por completo su expresión, me sonrió y me invitó a sentarme a su lado. Yo accedí sin dudarlo.

Pasamos minutos sin decirnos una sola palabra, hasta que ella decidió hablar.
—¿Solucionaste tu problema?

—Aún no, iba a encargarme de eso, pero acabé aquí —respondí.
Ella asintió y volvió el silencio.

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