Recuerdos

Capítulo 9

Siempre hay una parte que no sabemos de algo, o de alguien, cuando escuchas una historia por ejemplo, esa solo es la versión de una persona, al oír otra versión entenderás lo diferentes que pueden ser los puntos de vista de una u otras personas.
No conoces todo sobre las personas que conoces o que crees que son cercanas a ti, ni siquiera lo conoces todo de ti mismo, me empecé a dar cuenta de eso entonces.

—¿Chika? —Kaede me miró sorprendida, pero al darse cuenta de que las lágrimas seguían bajando por su rostro rápidamente se pasó la mano para limpiarlas y que no lo notase, lo que ya era inútil. Yo me acerqué a ella.

—¿Qué te pasa?

—No es nada, solo estaba aquí mirando el paisaje, ¿no es bonito el cielo a esta hora? —la verdad es que no es una mala vista.

—Si no me quieres decir entonces me quedaré aquí contigo —digo sentándome en el columpio a su lado.

Ella dirigió su mirada hacia el suelo y un silencio incómodo se hizo presente, pero yo no sabía cómo acabarlo.
Al observarla la veía pensativa y con su mirada fija en el suelo, así que solo miraba hacia delante pensando que hacer o decir. Ese tipo de situaciones son difíciles de manejar, al menos para mí.

—¿Vives por aquí cerca? —me pregunta ella.

—Sí, justamente en aquella calle de allí —digo señalando mi calle.— ¿Y tú?

—Yo vivo un poco más lejos, estoy a unas tres calles de mi casa.

—Oh, eso está bien.

—Sí.

De nuevo ese silencio incómodo, como lo odio a veces. ¿Qué tema de conversación puedo sacar? ¿Si soy demasiado directa y le pregunto por qué lloraba puede que vuelva a hacerlo no? Chika, necesitas sensibilidad, ¿habrá algún modo de sacar ese tema indirectamente?

—¿Cómo estás? —no espera, eso no es para nada tener sensibilidad, soy una persona horrible. ¿No puedo callarme la boca en situaciones como estas? Es lógico que no está bien idiota.

—Bien, ¿y tú? —me devuelve la pregunta.

—Yo no estoy bien. —puede que sea el modo de hacer que confíe en mí, si me sincero yo primera ella lo hará después.

—¿Qué te pasa? Te puedo ayudar si quieres.

—Es por culpa de tu grupito de idiotas, no dejan de molestarme, Hiro ha estado especialmente insufrible esta semana.

—Lo siento.

—¿Por qué? Tú no has hecho nada, es culpa de él sobre todo, solo es un inútil al que le gusta meterse con los demás por diversión propia.

—No le juzgues así de repente, no le conoces.

—Lo siento.

—No importa, es lo que puede parecer a primera vista.

—Siento que por muchas veces que lo vea mi forma de mirarle no será diferente. —ella se rió ante mi comentario.

—Deberías saber cómo es en realidad, te caería bien.

—No creo, los únicos que me caeis bien sois Kaito y tu.

—... —¿Qué he hecho mal esta vez? ¿Por qué esa mirada de tristeza?

—¿Por qué llorabas?

—No es nada, solo un tema del pasado, pero prefiero no recordarlo.

—Entiendo.

—Oye. —la miro esperando a que siga hablando.— Siento mucho todo por lo que te hace pasar Hiro, él no es así.

—¿Y cómo es?