Recuerdos

Capítulo 31

Esperaba algún mensaje de You ese día. Pero no llegó.
Pensé que salir por si me la encontraba no sería una mala idea. Shiitake también parecía querer llegar cuanto antes para saludarla. Pero no estaba.
Paseamos durante una hora, di muchas vueltas por todo el parque, esperando a que apareciera. Pero nunca apareció.
Quizás estaba acostumbrada a encontrarla allí siempre. No hacerlo fue en gran parte decepcionante.

***

—Chika-chan —escuché cómo alguien me llamaba. No mucho más tarde observé cómo alguien movía su mano delante de mis ojos, tratando de obtener mi atención.
—¿You? —pregunté confundida abriendo los ojos. Su mirada estaba fija sobre mí.
—Estaba diciendo que me gustaría hablar contigo sobre algo —anunció. La miré expectante.
—Claro, adelante. —le di paso a comenzar.

You dudó unos segundos antes de hablar. Cómo si hubiera organizado un discurso y tuviera que estructurarlo de nuevo porque se había olvidado de él.

—Creo que dudas de mi sinceridad al decir que sólo quiero estar contigo. Y quiero acabar con tus inseguridades —admitió.— Por ello tengo que aclararte que mis antiguos amigos están en el pasado, tú eres mi presente. No voy a traicionarte, de ninguna forma.

Parecía tomarlo tan en serio que no pude evitar sonreír como una tonta enamorada.

—Y para demostrarlo... —You parecía estar buscando algo en sus bolsillos. —Tengo esto de aquí. —extendió su brazo para mostrar aquello que permanecía en su mano.

Miré con curiosidad aquello que parecía estar ofreciéndome.
Era un anillo.

—Quiero que esto represente mi compromiso con nuestra relación y mi amor por ti.

Mi sonrisa creció, si eso era físicamente posible.
—Es precioso You —hablé emocionada.

—Dame tu mano —pidió.
No tardé en ofrecérsela, siendo consciente de sus intenciones. Colocó el anillo en mi dedo anular.
Entonces me ofreció otro anillo exactamente igual al que llevaba puesto y comprendí lo que quería. Le sonreí e hice exactamente lo que ella esperaba.

—No sabía que tenías planeado pedirme matrimonio tan pronto —bromeé.

—Nunca es demasiado pronto cuando es contigo —respondió guiñando un ojo. Me reí ante el gesto.

Agarré sus manos entre las mías y la miré a los ojos. Sentí lo que me quería transmitir con ellos, quería que me sintiera segura junto a ella, quería que sintiera lo mucho que me quería.

—Gracias —dije mientras le sonreía. You me sonrió de vuelta.

Quizás ya no tenía razones para preocuparme.

—No las tendrás, conmigo no —escuché la voz de You, aunque esta no provenía de ella.
Como esperaba, tras esto me volví a despertar.

No era demasiado tarde, así que me levanté y me preparé para ir al instituto.

Generalmente me despertaba tarde y llegaba allí corriendo, ya me había acostumbrado.
A veces Kanan me esperaba fuera de clase, otras simplemente el profesor llegaba antes que yo y tenía que recibir el retraso.

Ese día logré llegar a tiempo, encontrándome con todo mi grupo a la entrada del instituto.
Las vi hablando a lo lejos y las saludé con un gesto, pero cuando llegué a su altura algo me hizo fruncir el ceño.
Hablaban de algo que parecía realmente serio, así que me involucré sin decir nada.

—Chika-chan —habló Riko.
Todas giraron su cabeza hacia mí, sin decir ni una palabra.
—¿Que ha pasado? —pregunté confundida.
—No tiene caso que te lo digamos ahora, ya lo verás tú misma —respondió Kanan.
Eso provocó que imaginara diversos escenarios, ninguno de ellos reales.
Aunque acabó siendo algo completamente distinto a lo que había pensado.