Capítulo 34

44 9 3
                                    

Estaban saliendo.
Las palabras de Kai se repetían una y otra vez. Yo intentaba sacar algo de eso.
¿Me habría dicho la verdad? ¿Entonces por qué You nunca había hablado de eso?
Dijo que estuvieron saliendo, no que actualmente estuvieran saliendo, ¿verdad? Pero, ¿cuándo?
¿Y si era mentira?
Kai podría estar mintiendo, no me debe nada, ninguna respuesta, quizás solo quería dejar la conversación, o hacerme daño. ¿Hasta que punto podía confiar en él?
Si fuera cierto me lo diría para herirme, si no lo fuera se lo habría inventado por el mismo motivo.

Pero tendría sentido si fuera verdad. Kai y Eiji eran mejores amigos desde al parecer muy jóvenes. Si Eiji y You salieron entonces por supuesto que Kai tuvo que conocer a You.
Quizás por eso You me dijo que supuestamente eran amigos, a lo mejor no se llevaban bien pero por Eiji tuvieron que soportarse mutuamente.
¿Y si preguntaba por ello?
A You le incomodaba hablar sobre ese tema, ya lo había notado anteriormente, pero necesitaba alguna respuesta que me hiciera comprender la situación.
Kai no iba a decirme nada más, pero You me lo contaría todo si se lo pidiera ¿verdad?



—¿Qué te pasa hoy? —preguntó Ayumu preocupada.
La ignoré y entré a mi habitación.
—Chika —me llamó.
Seguí sin hacerle caso y me senté al borde de mi cama para mirarla.
—No me pasa nada. —traté de sonreír. Ayumu frunció el ceño.
—¿Entonces por qué actúas como si llevaras una semana sin dormir? —no respondí. —No me digas que tuviste una discusión con tu novia.
Apenas acababa de llegar del instituto, había pasado todo el día pensando en las palabras de Kai, ni siquiera me fijé en que Ayumu salió casi al mismo tiempo y me fui sin esperar.
—No es eso. —ella suspiró aliviada.
Sentía que el tema le interesaba en exceso, en ese momento no tenía ganas de hablar.
—¿Te puedes ir? —pedí no tan amablemente pero sin sonar demasiado cortante.
—Bueno, si necesitas lo que sea estaré en mi habitación. —asentí y le di las gracias.

A veces pensaba que todo mi alrededor sentía pena por mí. Ni siquiera sabía la razón, pero eso me hacía sentir mal.

___

No perdí el tiempo de ninguna forma y me quedé dormida rápidamente.
Aún no tenía claro cómo empezar esa conversación con You ni que preguntarle, pero necesitaba respuestas cuanto antes.

Desperté en el banco en que You y yo solíamos hablar. Aquel en el que dormimos una vez y que desde el inicio se había convertido en nuestro lugar de encuentro.
Miré a mi alrededor, no había rastro de You por allí.
Enseguida me llegó un mensaje de texto.
«Ya casi estoy allí, tenía algo que hacer antes».

You no solía llegar tarde, llegaba temprano porque decía que quería estar todo el tiempo posible conmigo. Siempre me sacaba una sonrisa cuando decía cosas así.
No debería preocuparme de más por esta situación, You me quería, me lo demostraba, quizás no me había contado nada porque no se sentía cómoda hablando sobre el tema.
De todas formas pienso que las relaciones necesitan comunicación, aunque sean cosas no muy agradables de decir, siempre es necesario.

Tras unos minutos de espera You apareció.
—Siento llegar tarde —se disculpó.
Me levanté del banco y la besé como saludo. Ella me sonrió, aún algo preocupada por haberme hecho esperar.
—Perdón, en serio, fue por algo de mi hermano —insistió.
—No tienes que disculparte ni dar explicaciones —aclaré.
Mi respuesta no pareció convencerla del todo.
—Pero quiero hacerlo.
Sus palabras me hicieron sonreír. Nos sentamos juntas en el banco y esperé a que ella hablara.
—Lo volvieron a molestar.
Esperaba que hubiese ocurrido de nuevo, pero ver a You estar mal por su hermano hizo que quisiera ayudar de alguna forma.
—¿Puedo hacer algo por él? —pregunté. Ya sabía la respuesta, pero si había algo, una mínima cosa, la haría.
—No, ojalá se pudiera hacer algo, pero ni siquiera yo puedo hacerlo —admitió.
—¿Habéis hablado con el colegio? —quise saber.
—Sí, varias veces, dicen que si ven algo fuera de lo común se meterán, pero que hasta ahora parece que son amigos y se llevan bien.
You dijo aquello con rabia. Lo entendía, los colegios no solían hacer nada respecto al acoso si no lo veían ellos mismos. Y aún así a veces trataban de culpabilizar a la víctima.
—¿Y con sus familias?
—Mis padres también han hablado con algunos padres y nada, todos dicen que Azumi debe estar inventándoselo.
You estaba muy estresada, desesperada, quería que su hermano viviera una infancia normal. Que nadie lo intimidara o lo hiciera pasar mal.
—Lo siento mucho.
—No te preocupes Chika, encontraremos una solución, estoy segura.
Siempre trataba de evitar el tema. Pero tampoco había mucho que hacer al respecto y ella lo sabía.

RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora