Capítulo 23

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Brooke.

—¿Sabes donde dejé mi top de encaje?—Dijo Susan caminando de un lado a otro por la habitación.

Sostuve bien la toalla alrededor de mi cuerpo mientras cepillaba mis dientes y negaba con la cabeza.

Después de aquél encuentro con Blake quedamos en salir a cenar nuevamente esta noche todos juntos, al parecer sería un lugar más elegante por lo que Susan estaba loca buscando qué ponerse.

Recordé las últimas palabras de Blake y sentí un escalofrío pasar por toda mi espalda.

"Ven conmigo antes de que sea la cena de hoy, te gustará pequeña."

Salí por completo del baño, cerrando la puerta detrás de mí mirando que Susan seguía dando vueltas como loca por la habitación.

—Por cierto.—Paró de golpe.—¿Donde esta Yoona?

Uh, cierto, ella aún no sabía nada.

—No lo sé, supongo que se quedó en la cabaña de los chicos.—Me encogí de hombros.—Y la verdad no me importa.

Ella frunció el ceño ante mi respuesta pero decidió no preguntar otra cosa, lo cual agradecí en ese momento.

—¿Ese no es el top que buscas?—Apunté hacia encima de un mueble haciendo que ella abriera sus ojos más de lo normal y moviera sus brazos frenéticamente.

—¡Pero te juro que acabo de revisar ahí y hace unos segundos no había nada!—Exclamó alterada a lo que yo solté una carcajada y comencé a buscar la ropa que me pondría.

—Seguro hay duendes.—Susurró entrecerrando sus ojos mientras tomaba la prenda entre sus manos.

—Bien, mi turno.—Dijo para después meterse al baño de forma rápida.

Suspiré al escuchar que cerraba la puerta y me dejé caer en la cama con cansancio, sentía mis piernas débiles y había despertado con cierto dolor ahí abajo, lo cual no me sorprendía en absoluto.

Sentí mi rostro calentarse al recordar lo que había pasado en la camioneta con Blake y en verdad comencé a cuestionarme cómo carajos lograba ser tan bueno en ese aspecto.

La verdadera pregunta aquí es ¿El en verdad es muy bueno en la cama o yo soy la precoz?

O bueno, tal vez las dos.

Miré la hora en mi celular y me senté lentamente mientras me quedaba un rato distraída mirando mis notificaciones, realmente no eran muchas, la mayoría eran de la plataforma donde me gusta leer historias románticas.

Suspiré y miré una nueva notificación causando que abriera mis ojos como platos y saltara emocionada en mi lugar.

—¿Pero qué te pasa a ti?—Preguntó Susan saliendo del baño con una toalla envolviendo su cuerpo.

—¡Ya subieron el nuevo capítulo de Tokyo Revengers!—Exclamé emocionada a lo que ella me miró de forma extraña.

—En fin, otakus.—Murmuró tomando el bote de crema corporal entre sus manos.—Mejor míralo después, ya tienes más de veinte minutos acostada en toalla Brooke.

Hice un puchero al escucharla y me cruce de brazos intentando no hacer un berrinche en ese momento.

—Pero es que...Baji...—Ella me interrumpió.

—Brooke, arreglate.—Me apuntó con el dedo.

Con resignación comencé a buscar la ropa que me pondría mientras Susan terminaba de cambiarse, se veía preciosa, al final se había decidido por un hermoso vestido de encaje al cuerpo, era de un color vino muy bonito.

Cadete Morgan 2. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora