Cadete Morgan 2.

Capítulo 40

Brooke.

—Déjame explic...—Me interrumpió.

—No.—Soltó completamente enojado.

Un nudo en mi garganta se formó y las lágrimas amenazaron con salir de mis ojos, sintiéndome terriblemente mal al verlo así.

Me quedé en silencio, mirándolo suplicante mientras que el mantenía sus ojos enrojecidos puestos en mí, tan desgarrador e impotente, que incluso me daba algo de temor acercarme más a él, pues de verdad se veía enojado.

—Tu sabes que jamás te haría algo así Logan, eres...eres mi hermano.—Mi voz se quebró.

—¡Lo hiciste Brooke!—Exclamó.

Miré de reojo cómo apretó sus puños y se agachó nuevamente, comenzando a llorar frente a mí.

—Yo la amo...—Sollozó.—Pero ella no me ama.—Cubrió sus ojos con las palmas de sus manos.—Y tu...hermanita...—Escupió con coraje.
—Me haces esto ¿De verdad?—Siguió diciendo, poniéndose de pie mientras se acercaba a mí.

—No, Logan, por favor déjame explicarte lo que pasó, no es nada de lo que estás pensando.—Supliqué desesperada, negando con mi cabeza mientras dejaba las lágrimas salir de mis ojos.

Es que de verdad ¿Cómo podía creer que de verdad yo tenía algo con Yoona?

—¿Explicarme qué?—Frunció el ceño.—Vamos Brooke ¡¿Explicarme qué?!—Se acercó otro paso a mí.—¡¿Que eres una maldita puta?

Lo miré impresionada por sus palabras, mordiendo el interior de mi mejilla, aguantando el llanto para después sentirme impulsiva, pues ni siquiera me estaba dejando explicarle nada.

Yo soy una persona muy paciente y suelo tener mucha empatía en este tipo de situaciones, pero así como todos tengo un límite y no tengo por qué soportar insultos cuando no los merezco.

El pareció caer en cuenta de lo que dijo, pues a los segundos abrió sus ojos impresionado y me miró arrepentido, negando con su cabeza.

—Yo...lo siento Brooke, no...—No lo dejé hablar.

—Una puta...—Repetí en un susurro, mirándolo ahora con enojo.—Cuando dejes de ser un maldito idiota que se ciega enojado, hablamos.—Solté de forma dura.—Ve y pégale a una pared o a un árbol, no lo sé, haz lo tuyo, machito.

Mentiría si dijera que no quería darle una bofetada, pero eso no resolvería nada.

Era mejor hablar cuando él estuviera más tranquilo, porque en estos momentos no serviría de nada al parecer.

El me miró sin saber qué decir mientras yo me alejaba de ahí, dándole la espalda y caminando nuevamente hacia las cabañas, notando que ya estaba oscureciendo.

¿Por qué siempre cuando todo parece que va a estar bien pasan estas cosas?

No me giré a mirarlo ni por un segundo, solamente seguí mi camino, frustrada e indignada.

Me entristece mucho ver a Logan así, pero yo no soy de piedra y estoy consciente de que intentar ayudarlo en estos momentos es algo que se me sale de las manos, y seguramente yo saldría dañada también en el proceso.

Jamás me había gritado de aquélla manera, el nunca me trataba mal, entendía completamente su enojo y tristeza, pero ni siquiera me dejó hablar para nada.

¿Cómo puedo ayudarlo si ni siquiera puedo hablarle?

Suspiré resignada, mirando el camino pérdida en mis pensamientos, intentando ignorar las ganas de llorar que tengo en estos momentos.