Capítulo 50

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Narrador omnisciente.

Kai lo miró, su mente quedó en blanco y sus extremidades se congelaron.

No sabía cómo reaccionar y sin saber muy bien el por qué, sus ojos se llenaron de lágrimas retenidas intentando pensar en algo para decir o en algo que debería sentir.

—¿Estas jugando Jayden?—Soltó en estado de trance.

Jayden suspiró mientras cerraba sus ojos, arrepintiéndose de haber hecho eso.

—Si...caíste...—Murmuró intentando reír.

Pero no lo logró.

—Lo siento Jayden.—Contestó Kai, sus labios temblaron ligeramente aguantando un sollozo mientras miraba un punto fijo en la pared.—Dios mío, de verdad lo siento... —Se lamentó mientras cerraba sus ojos y apretaba las manos sobre la sabana.
—¿Por qué no me lo dijiste antes?¿Por qué...—Jayden lo interrumpió.

—¿Hubiera cambiado algo?—Lo miró.—¿Acaso hubiera cambiado algo Kai?—Volvió a decir elevando su tono de voz mientras sus manos temblaban.—Maldita sea no, no hubiera cambiado nada.

Y es cuando Kai levantó la mirada hacia él, enfocando sus ojos en el rostro triste de Jayden, notando las lágrimas que corrían por sus mejillas, sus labios estaban resecos y su piel se miraba más pálida que antes.

Jayden ¿Qué te he hecho? Pensó sin dejar de mirarlo, lamentándose completamente por no haberse dado cuenta antes.

—¿Cómo sabes que no hubiera cambiado algo?—Susurró.

El rubio abrió sus ojos de par en par al escuchar eso y sintió su garganta secarse.

—¿Qué...—Kai no lo dejó terminar.

—Lo siento...—Repitió.—Lo siento mucho Jayden, es que no quería ni quiero perderte...—Mordió su labio con nerviosismo.—Si tan solo...—Suspiró.—Yo la amo ahora.

—Lo sé.—Tragó saliva.—Sé que la amas y de verdad estoy muy feliz por ti, yo quiero que tu seas feliz.—Sonrió mientras sentía cómo se quebraba por dentro.—Pero por favor contéstame ¿De verdad hubiera cambiado algo Kai?

Se miraron mutuamente durante varios segundos, intentando descifrar lo que sentían ambos con la mirada.

Jayden al ver sus ojos se sintió completo, pues esa mirada es lo que siempre deseó tener, el deseaba poder ver esos pequeños ojos toda su vida.

El deseaba poder ser feliz a su lado.

El solamente lo quería a él, quería su tacto, sus labios, su cercanía, su amor.

—Si.—Respondió finalmente.

Y esa respuesta bastó para hacer que Jayden soltara un sollozo, sintiendo un hueco en el pecho, su mirada volvió a nublarse y su cuerpo comenzó a temblar.

—Es mi culpa.—Siguió hablando Kai.—Es que tenía miedo...—Se tapó sus ojos con sus manos, soltando un sollozo.—Tu siempre demostrabas que estabas tan loco por las mujeres que yo creí que simplemente...

—Lo sé, lo sé Kai...—Jayden sonrió con tristeza.—Tal vez solo tengo que aceptar que nosotros no estábamos destinados a estar juntos.

Tragó saliva en seco.

—Tal vez tengo que aceptar que jamás podré ser ella.—Siguió hablando.

—Lo siento.—Kai volvió a decir.

—¿Quieres dejar de disculparte? No hiciste nada malo Kai, nadie tiene la culpa.—Soltó una risa, disfrazando las ganas que tenia de llorar.—Tranquilo, esto lo dije sabiendo que no ibas a corresponder, pero era algo que quería sacar.—Mintió.—Se feliz, se feliz con ella, se feliz contigo mismo, se feliz con tus amigos, se feliz siempre Kai, mereces lo mejor, de verdad.—Siguió sonriendo.

Y yo no soy lo mejor pensó.

—Tu mereces ser feliz Jayden...—Susurró con dolor, miró de reojo una bola de papel sobre el colchón y frunció el ceño.—¿Qué es eso?

Jayden rápidamente se alarmó, tomando la bola de papel entre su mano.

—No es nada, basura.—Bufó.

—¿Hay otra cosa que estés ocultando?

Si.

—No.—Respondió.

Kai se puso de pie, mirando de reojo a su amigo, extendió su mano hacia él y sonrió con tristeza.

—¿Vienes?

Lo miró con duda, pero aún así aceptó, tomando su mano por un momento para ponerse de pie.

El nunca podría decirle que no a la persona que más amaba.

Y así los dos terminaron en la terraza, acostados sobre el suelo mientras miraban las estrellas en el cielo.

Jayden no sabía con exactitud para qué Kai lo había llevado ahí, sin embargo, no podía evitar sentirse tan seguro en ese momento, su corazón latía más rápido de lo normal mientras sentía la cercanía de él a su lado.

—Fue hace un año y seis meses.—Comenzó a hablar Kai.—Cuando me enamoré de ti Jayden.

Y escuchar eso salir de sus labios hizo que el rubio soltara un suspiro mientras un escalofrío recorría su cuerpo.

—Desde que comencé a sentir eso me hice a la idea de que jamás podría haber algo entre nosotros, yo de verdad estaba completamente seguro de que no sentías nada por mí, de que solamente te gustaban las mujeres.—Mordió su labio.—Nunca dije nada por miedo.

Kai cerró sus ojos un momento, sintiéndose un completo idiota.

—Fui un cobarde, lo que está pasando ahora es culpa mía, yo no tuve el valor que tu si tienes.—Lo miró de reojo.—Siempre te he admirado Jayden, mereces amar y ser amado, lo siento, no puedo dejar de disculparme porque sé que es mi culpa.—Suspiró.

—Kai ¿Crees que existe otra realidad? Algo así como vidas alternas.

—No lo sé, tal vez ¿Por qué?—Dijo frunciendo el ceño.

—Tal vez en otra realidad estamos juntos.—Contestó Jayden mirando las estrellas, con una sonrisa en su rostro imaginándolo.

Kai apretó sus labios, mirando con tristeza la sonrisa ilusionada de Jayden, sabiendo que no podía cumplir sus expectativas.

—Tal vez en esa vida yo no soy un cobarde.—Bromeó el asiático.

El otro soltó una carcajada.

—Lo dudo, siempre serás un cobarde, chino.

Los dos soltaron una risa al unísono, perdiendo sus carcajadas entre el frío aire de la noche.

—Ya te he dicho que soy coreano imbécil.

Y así es como los dos pasaron el resto de la noche, recordando momentos que habían pasado, riendo juntos, intentando olvidar por un momento el hecho de que tal vez las cosas no volverían a ser lo mismo entre ellos.

Los dos estaban tan tristes que mejor decidieron reír.

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⏰ Última actualización: Oct 20, 2023 ⏰

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