Capítulo 2

22.4K 1.4K 237
                                    

Blake.

Su piel era tan suave, se sentía tan bien tenerla de aquella forma, sumergida en el placer mientras soltaba jadeos y suspiros.

Era tan hermosa, su cabello caía como cascada sobre su espalda mientras estaba encima de mi, moviéndose de forma casi poética sobre mi, cerrando sus ojos y lanzando gemidos a medida que el tiempo pasaba.

Era tan preciosa, tan perfecta.

—Blake...—Gimió mientras se movía, invadida por el placer.

Su dulce voz, perdida en aquél gemido sonaba como la más hermosa melodía que había escuchado.

La amaba, amaba tanto a Brooke que no podía creer que fuera posible.

Abrí mis ojos de golpe, cayendo en la cruel realidad y solté un quejido mientras miraba a mis lados, me había quedado dormido después de encontrar aquél lugar para refugiarnos.

—Maldición.—Solté mientras miraba a Dean a mi lado, estaba inconsciente después de aquella herida de bala que tenía en la pierna, había perdido bastante sangre y eso me preocupaba, si salíamos de aquí el no podría defenderse en ese estado.

Si, era un idiota, pero jamás lo dejaría atrás.

Nunca abandonaría a un compañero.

Miré cuidadosamente por un hueco que estaba en la deteriorada pared de donde nos estábamos ocultando y solté un suspiro al ver despejado.

Maldita sea.

Dejé caer mi cabeza en la pared y tome un pequeño trago de agua, por suerte aún nos quedaba algo.

Todo había pasado tan rápido que no podía terminar de procesarlo, en un momento estábamos con todos nuestros compañeros y al otro habíamos terminado en una trampa, completamente rodeados y sin salida alguna.

Habíamos logrado escapar, si, pero con Dean herido, si por alguna razón salíamos y ellos seguían ahí, Dean no podría moverse como debería.

Tragué saliva en seco intentando pensar en algún plan pero estaba en blanco.

De alguna forma esos malditos habían logrado meterse a la transmisión de nuestros radios, evitando que nos comunicáramos con los nuestros y hablando pura mierda de vez en cuando.

Llevábamos un día completo así y no sabía cuánto más podría resistir Dean, estaba bastante mal.

Pero se que podríamos salir de esta.

Tenía que hacerlo.

Estaba totalmente bloqueado, no podía pensar en alguna estrategia en ese momento, no si quería que los dos saliéramos vivos de esta.

Y no podía dejar de pensar en Brooke.

Maldición, Brooke.

La extrañaba tanto, la necesitaba.

En todo este tiempo ella jamás se había salido de mi mente, todo el día y noche ella estaba en mi cabeza, incluso en mis sueños.

La necesitaba, anhelaba estar con ella.

¿Acaso ella aún me amaba? ¿Estará bien? ¿Será feliz?

Y muchas preguntas más invadían mi cabeza cada maldito segundo del día.

No podía dejar de pensar en sus labios, en su hermoso y delicado rostro, en su suave piel, en su maravilloso cuerpo o en su perfecta aroma, tan deliciosa, ella era completamente perfecta.

La amaba.

El radio comenzó a escucharse, un claro acento se notaba al hablar de aquél idiota.

—¿Estas cansado eh?—Soltó una risa burlona.

—Ni un poco.—Contesté.

—Te estoy observando Johnson ¿Cómo planeas salir de ahí sin ser atacado?

—¿Cómo... Cómo sabes mi nombre?—Fruncí el ceño.

Y no obtuve respuesta alguna.

Maldita sea.

Tiré el radio a un lado y solté un suspiro completamente bloqueado con la situación.

Sabían donde estábamos, simplemente estaban jugando con nosotros, divirtiéndose a su antojo como si esto fuera simplemente un juego.

Miré de nuevo a Dean y negué con la cabeza con preocupación, aun seguía inconsciente y su pulso se sentía muy leve.

Teníamos que salir de aquí de alguna u otra forma.

¿Pero cómo?

Comencé a mirar a mi alrededor en busca de cualquier cosa que pudiera servir y abrí mis ojos sorprendido al ver un teléfono celular, estaba manchado con algo de sangre en una esquina del lugar.

Con cautela lo tomé y me sorprendí aún más al notar que tenía carga, lo desbloquee y mi respiración se pauso al ver el fondo.

Era de uno de nuestros compañeros.

Solo esperaba que estuviera bien y realmente solo hubiera perdido su celular.

Intenté quitar esos pensamientos de mi cabeza y solté un quejido al ver que no había nada de señal.

Si quería hacer una llamada al menos tenía que salir y encontrar un lugar más alto, donde hubiera señal.

Esperaría al anochecer, sería más fácil ocultarme en cualquier caso, era nuestra única y última oportunidad, tenía que aprovecharla.

—Dime ¿Cómo sigue tu compañero? —Aquélla voz volvió a sonar a través del radio.

No contesté, estaba completamente harto de toda esa mierda.

—Sé que me escuchas Johnson.—Siguió.—Tu amigo morirá si sigues ahí ¿No crees que ya perdió mucha sangre?—Soltó una carcajada.
—Vamos, sal de ahí y tal vez los ayudemos.

—Vete a la mierda.—Contesté apagando el radio.

Tenía que contener mi enojo, no podía enojarme en esos momentos, eso simplemente causaría que no pensara con claridad, lo cual era justo lo que él quería.

—Blake...—Un quejido se escucho y mire a Dean, balbuceando en aquel estado mientras despertaba.

—No te levantes, estás herido. —Solté dejando caer mi cabeza en la pared. —Toma.—Le pase la botella con agua.

El me miró de reojo acomodándose un poco en su lugar y tomó la botella soltando un suspiro.

—Gracias, por todo Blake.

Lo miré y simplemente asentí con la cabeza para después mirar un punto fijo en el suelo.

—¿Y eso?—Preguntó mirando el celular entre mis manos.

—Lo encontré, es de Duncan.

El soltó un bufido.

—¿Es ó ... Era?

—Realmente no lo sé.

El asintió con la cabeza de forma lenta y después miró su herida.

—Tienes que salir de aquí Blake, yo solo seré una carga.—Soltó sin mirarme.—Tu puedes salvarte.

—Ni lo pienses Dean.—Lo miré con el ceño fruncido.—Yo no soy como tú, yo no abandono a un compañero para salvar mi culo.

Y esas palabras le dolieron, lo noté por la forma en que cambio su mirada.

Pero era la realidad, yo no era como el y nunca lo sería.

Saldríamos de esto juntos.

Cadete Morgan 2. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora