Aún sentía como si todo fuera un sueño, había estado tanto tiempo sin Blake que el hecho de estar de esta forma ahora mismo me parecía irreal.
Pero no lo era.
Su tacto caliente de su mano áspera, acariciándome mientras nos dábamos pequeños besos entre risitas, disfrutando del vino y las exquisitas fresas que había era algo glorioso.
Su ronca voz, susurrándome en el oído cumplidos mientras seguía tomando mi mano entre las suyas, transmitiendo todo lo que sentíamos con aquellos choques eléctricos que sentía cada vez que me tocaba.
—Por favor, dime que no estoy soñando.—Dije mientras estaba entre sus fuertes brazos, sintiéndome completamente segura en ese lugar.
—No estas soñando.—Sonrió.—Y si lo fuera, creéme que sería el sueño más hermoso para mí.
Cerré mis ojos mientras sonreía y dejé caer mi cabeza en su hombro, disfrutando de la calidez de su cuerpo.
—No haber estado contigo todo este tiempo fue una tortura.—Dijo mientras tomaba entre sus manos mi mentón, levantando mi rostro haciendo que lo mirada directamente a los ojos.—Te has vuelto la persona más importante en mi vida Brooke, pensar en una vida sin ti me parece imposible.—Suspiró.—Te amo tanto que daría la vida por ti sin pensarlo un segundo.—Sonrió sin mostrar los dientes mientras acariciaba mi mejilla.
Sentí mis ojos vidriosos mientras mi corazón casi se sale de mi pecho, aquélla sensación que estaba sintiendo era algo que no podía describir.
—Amo cada cosa de ti y no hay algo que puedas hacer que me haga dejarte de amar.—Deposito un pequeño beso en mi frente.—Volví por ti Brooke, volví porque jamás te dejaría.—Pausó un segundo.—Jamás haría algo para lastimarte, maldita sea, te amo tanto.
Sonreí abiertamente mientras sentía unas lágrimas resbalar por mi mejilla y reí felizmente mientras lo abrazaba fuertemente, aferrándome a su pecho.
—No sabes lo afortunada que me siento a tu lado.—Murmuré sobre su pecho.—Jamas creí encontrar a alguien tan perfecto como tu Blake.
El sonrió mientras acariciaba mi cabello con delicadeza, como si tocara una muñeca de porcelana que podría romperse en cualquier momento.
—¿Sabes que es lo mejor ahora?
—¿Qué?
—Que después del partido hay una fiesta en una de las fraternidades, todos estarán ahí y terminarán tan ebrios que no recordarán nada.
—¿Qué quieres decir con eso?—Pregunté confundida.
—Quédate aquí, conmigo.—Susurró sobre mi cuello.—Nadie se dará cuenta Brooke.—Depósito un suave beso sobre la misma área.
Juraba que si no estuviera sentada me hubiera caído al suelo temblando cual gelatina.
—Esta bien.—Accedí a lo que él sonrió.—Pero déjame darme una ducha antes porque haber corrido tanto tras los chicos me hizo sudar.
El soltó una carcajada para después asentir con la cabeza.
—Las toallas están dentro.—Dijo poniéndose de pie mientras abría uno de sus cajones, sacando una playera blanca.—Puedes ponerte esto.—Me la entregó a lo que yo asentí.
—Gracias.—Murmuré con algo de tímidez.
Me puse de pie dispuesta a irme al baño cuando el me detuvo, tomándome por la cintura y apegando mi cuerpo de espaldas a su torso causando que abriera mis ojos sorprendida.
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Cadete Morgan 2.
Teen FictionSegunda temporada de Cadete Morgan. A d v e r t e n c i a: Contenido explícito [+18] >Lenguaje vulgar. >Actos sexuales. >Violencia verbal. >Violencia física. Etcétera. ©Prohibida su copia o adaptaciones.