Capítulo 37

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Brooke.

—¡Maldito chino!—Jayden exclamó en estado de ebriedad.

—¡¿Cuántas putas veces te tengo que decir que no soy chino?!—Kai se lanzó hacia él.

Los dos comenzaron a pelear en el suelo, dándose golpes mientras Dylan sacaba su celular, comenzando a grabarlos.

—¡Eso, dale con la silla!—Una Susan bastante ebria animó a Kai.

—Como un buen torero, me juego la vida por ti..—Cantaba Logan en una esquina de la habitación, bailando de forma extraña con los ojos cerrados.

—Creo que no fue muy buena idea.—Blake me miró, riéndose.

Tenía un leve sonrojo en sus mejillas y los labios enrojecidos, ya que recién había tomado tres shots de tequila.

—¿Tu estas bien?—Pregunté divertida.

—No soy tan fácil de embriagar pequeña.—Contestó levantando una de sus cejas de manera desafiante.

Yo realmente me encuentro algo mareada, consciente, pero, veo algo borroso y estoy riendo más de lo normal.

Por eso estoy impresionada con lo mucho que puede soportar Blake el alcohol, pues yo temo ponerme de pie y caer.

—Mamahuevo.—Cody comenzó a hablar con un acento que no sabía reconocer, para después golpear en la cabeza a Dylan.

Solté una carcajada algo ruidosa al mirar el rostro de Dylan.

—Coño de su madre.—Siguió hablando.—Los huevos de pascua de San Andreas...—Dejé de escucharlo gracias a que Susan me habló.

—¿Has visto a Yoona?—Recargó su mano en mi hombro, arrastrando las palabras gracias al tequila.

—No, realmente no.—Me encogí de hombros riendo.

No sé ni de qué carajos me estoy riendo, pero no puedo evitarlo, todo me da risa.

Justo cuando terminé de reír, miré que Yoona entró a la cabaña, mirándome de reojo de forma seria, pero al instante Susan la jaló hacia ella, obligándola a tomar un shot de tequila.

Yo no pude evitar soltar otra carcajada mientras recargaba mi cabeza en el respaldo del sillón, sintiendo que todo me daba vueltas.

Definitivamente me está haciendo más efecto el alcohol.

Me puse de pie al escuchar que Jayden puso música en una bocina, subiendo el volumen al ver que yo comencé a bailar, tambaleándome un poco.

Reí cuando casi caigo al suelo, pero Blake lo evitó, tomándome de la cintura.

Lo miré de forma coqueta y comencé a bailar nuevamente, riéndome al ver su expresión divertida.

De hecho era más tonteo que baile, ya que me estaba moviendo exageradamente, pero no me importó en lo absoluto, pues ver a Blake feliz me animaba a seguir.

Estoy muy alegre, después de mucho tiempo por fin me encuentro genuinamente feliz, todo está saliendo tan malditamente bien que no lo puedo creer.

¿A quién carajos le importa si estoy haciendo el ridículo ebria?¡Estoy feliz!

Miré de reojo a Susan comenzar a bailar igual, jalando a Yoona y a Kai al centro de la habitación para que se unieran.

Puse mis manos sobre los hombros de Blake, cantando la canción animadamente mientras lo miraba directo a los ojos, guiñando uno de los míos de forma coqueta.

Cadete Morgan 2. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora