Capítulo 1

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Dos meses después.
Brooke.

Las manecillas del reloj se movían a medida que pasaba el tiempo, yo miraba el techo mientras Susan hablaba por teléfono con Kai, reía felizmente a mi lado con el simple hecho de escuchar la voz del chico.

Sonreí con melancolía, estaba muy feliz por ella pero no podía evitar sentirme mal al mismo tiempo, deseaba volver a escuchar la voz de Blake, al menos por unos malditos segundos.

Aún tenía ese molesto nudo en la garganta que no se desvanecía con nada, había llorado, había gritado, incluso había orado por el, pero simplemente seguía ahí.

Molesto, irritante y agobiante, me sentía mal, terriblemente mal, tenía tantas ganas de salir corriendo y buscar a Blake donde sea que estuviera que no podía ni dormir.

Todo el día lo único que podía hacer era pensar en el.

¿Estará bien? ¿Seguirá enamorado de mí? ¿Donde está en este momento?

Esas y muchas preguntas más atacaban mi mente todo el día cada maldita hora.

Y no es nada sano, lo se.

No es sano enamorarse de una persona al punto de que tu vida tenga que depender de ella, no podía seguir así, tenía que seguir con mi vida a pesar de que Blake no estuviera ahí.

Lo esperare, si, hasta el final, jamás dejare de amarlo tan intensamente como lo hago ahora.

Pero quiera o no, tenía que seguir con mi vida, aquí en la academia, tenía que subir de rango y para eso necesitaba dejar de estar tan distraída.

Pero ¿Como dejar de hacerlo cuando la persona que le daba sentido a todo se había alejado de mi?

No era buena actriz, nunca lo fui, y seguramente el papel de "todo está bien" no me saldría muy bien.

Solté un suspiro con cansancio y me levante del colchón para después caminar hacia afuera del dormitorio.

Algunas cosas habían cambiado en la academia, entre ellas había florecido una relación estable entre mi hermano y Yoona.

Iugh.

Habían hecho otro edificio de dormitorios para mujeres y ahora los cuartos eran en pareja, yo compartía habitación con Susan, la cual estaba bastante ocupada con Kai como para notar mi ausencia.

Me deje caer en una de las bancas del campus y solté una pequeña risa al ver a lo lejos a Dylan jugando fut bol junto a Jayden, se veían como unos auténticos simios.

Unos simios bastante atractivos.

Mire como el cielo comenzaba a oscurecerse en un tono gris tenue, las nubes se hicieron notar con más intensidad y ahí fue cuando me di cuenta de que seguramente lloverá en poco tiempo.

Frunci el ceño cansada y relami mis labios mientras sentía la primera gota caer por mi rostro, deslizándose por mi mejilla hasta llegar a mi mentón.

Y no se por qué, aquella gota de agua, tan suave en mi piel, me había recordado a las caricias de Blake, tratándome como si fuera un tesoro que no podía dañar por ninguna razón.

Aquella caricia que me hacía sentir segura, que me hacía sonreir y mirar estrellas donde no había, donde me sentía flotando y aquel sueño llamado realidad era solo un mito.

Lo único real era el azul de sus ojos, envolviéndome con su mirada cual sabana a mi cuerpo, perdiendome en su cuerpo y el en el mío.

Maldita sea, lo extrañaba tanto.

Me levante de aquella banca y camine de forma relajada a la biblioteca, tal vez leer un poco serviría de distracción, lo necesitaba.

Al entrar sonreí saludando a la encargada y rápidamente me dirigí a uno de los pasillos.

Trataba de evitar cualquier recuerdo de lo sucedido con Blake en aquel lugar, buscando un buen libro para leer.

El título de uno llamó mi atención y sonreí tomándolo entre mis manos cuidadosamente.

Suspiré sentandome en uno de los pequeños sillones del lugar abriendo el libro con cuidado, mirando de reojo lo solitario que se encontraba el lugar, lo cual me agradaba de cierta forma.

Intente comenzar la lectura pero unas sutiles voces me interrumpieron, eran como susurros pero los entendía perfectamente.

—¿Eso te dijo el Coronel?

—Si, pero no le digas a nadie, ni una sola persona más se puede enterar de eso.

—Tienen que saberlo, Blake y Dean pueden morir Jayden.

Frunci el ceño aún más al escuchar eso y me puse de pie totalmente alarmada por lo que acababa de escuchar.

Deje caer el libro en el sillón y me pare en el pasillo donde estaban hablando mis dos amigos secretamente.

—Díganme qué mierda acabo de escuchar.—Solté enojada haciendo que ellos se girarán de forma lenta hacia mí, con sus ojos completamente abiertos al igual que su boca.

—Brooke.... —Susurró Kai.

—¿Qué no te enseñaron a no escuchar conversaciones ajenas?—Dijo Jayden nervioso.

Me crucé de brazos mirándolo enojada para después apuntarlo con el dedo.

—Me dirás de qué mierda estas hablando o te cortaré el pito.

Jayden soltó un suspiro para después mirar hacia sus lados de forma rápida.

—Mejor vamos a la terraza, ya me di cuenta de que este lugar no es seguro.

Asentí y de forma rápida los tres nos dirigimos hacia la salida y seguidamente a la terraza de la academia, la cual siempre se encontraba completamente sola.

En cuanto llegamos hice que Jayden se pudiera a hablar mientras que Kai se sentó en una vieja silla a escuchar atentamente lo que tenia que decir.

—Esto se tiene que quedar entre nosotros tres ¿Esta bien? No es asunto de los alumnos de la academia.

—Solo dilo.—Lo miré con preocupación.

—Blake y Dean llevan varios días desaparecidos, nadie sabe dónde están exactamente y sus radios por alguna razón no reciben nada, desaparecieron Brooke.

Abrí mis ojos por la impresión al escuchar eso y quedé en un trance.

¿Blake?¿Había desaparecido?

¿Cómo era eso posible?

Negué con la cabeza mientras unas lágrimas comenzaban a salir de mis ojos y lo mire con la vista borrosa.

—Dime que es una broma.

El me miró unos segundos para después suspirar y negar con la cabeza.

—No puede ser cierto, esto... Esto no... —Me desesperé.—¡Tienen que encontrarlos!—Exclamé empujando un viejo adorno.—¡Maldita sea!

Al segundo sentí los brazos de Kai rodeando mi cuerpo en un abrazo intentando tranquilizarme.

—Tranquila Brooke, seguro que el se encuentra bien, es Blake.—Dijo de forma suave.

Es verdad lo que decía, era Blake.

El tenía que estar bien.

El estaba bien.

—Ya están buscándolos por todos lados Brooke, estoy segura de que los encontrarán.—Jayden me miró.

Muchas preguntas invadían mi cabeza en ese momento y la preocupación me estaba consumiendo viva, no podía quedarse así, el tenía que estar bien.

—Más vale, porque soy capaz de yo misma ir a buscarlo.—Solté de golpe sorprendiendo a los dos chicos.

Cadete Morgan 2. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora