Capítulo 44

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Blake.

Abrí mis ojos lentamente, acostumbrándome a la luz que entraba por la ventana y solté un bostezo.

Miré a mi lado en busca de Brooke pero al notar que no estaba conmigo me senté de golpe sobre la cama.

—¿Brooke?—Pregunté, buscándola con la mirada.

Fruncí el ceño y me levanté, poniéndome nuevamente el pantalón de pijama y caminé hacia el baño para ver si Brooke se encontraba ahí.

No fue así.

Me crucé de brazos al ver el baño vacío, confundido, para después entrar y lavar mi rostro al igual que mis dientes.

Al salir me dirigí hacia el piso de abajo, aún en búsqueda de la preciosa niña que había dormido conmigo.

Y fue cuando escuché música.

Sonreí, escuchando la canción que provenía de la cocina y no tardé en entrar a ésta, recargándome en el marco de la puerta al ver la escena frente a mí.

Tenía a Brooke frente a mí, cocinando de forma animada mientras bailaba, con sólo una playera mía puesta, contoneando sus sensuales caderas de un lado a otro con Crazy de Aerosmith de fondo.

Sonreí abiertamente, hipnotizado por la belleza que poseía y la alegría que irradiaba, sonriendo mientras cantaba y bailaba con sus piernas algo inestables en ese momento, pues se tropezaba constantemente y se sostenía de la barra.

A pesar de eso, se veía malditamente perfecta.

Brooke.

Mí Brooke.

—¡I NEED YOUR LOV...—Dejó de cantar cuando se giró y notó que la estaba mirando.—...Ay no...—Murmuró con su rostro completamente rojo y dejó caer la espátula al suelo.

Solté una carcajada a medida que me acercaba a ella, completamente enternecido por el sonrojo en sus mejillas mientras me miraba con vergüenza.

—¡Deja de reírte idiota!—Me dió un leve golpe en el hombro mientras yo aún reía.

—¿Qué estas haciendo pequeña?—Dije una vez que dejé de reír, pasando mis manos por su cintura, abrazándola por la espalda mientras ella cocinaba.

Sentí su cuerpo temblar mientras acariciaba su cintura y sonreí con satisfacción por su reacción.

—Uhm...—Murmuró.—Pensaba en llevarte el desayuno a la cama, pero te levantaste temprano...

Miré por arriba de su hombro y sonreí con sorpresa al ver que estaba haciendo hot cakes en forma de corazón.

—Eres tan tierna...—Reí mientras la abrazaba más fuerte por la espalda y la sacudía un poco de forma juguetona.—Eres perfecta.

Ella soltó una risita para después mirarme sobre su hombro de forma juguetona.

—Lo sé.—Me guiñó un ojo.

—¿Y yo soy el egocéntrico?

—Ajá.—Asintió con la cabeza.

—Típico de una piscis dijo Kai.—Contesté haciendo que soltara una carcajada.

—Muy bien grandote, siéntate, ya está el desayuno.

—Y después tu te puedes sentar, pero en mi cara.—Mordí mi labio, dándole una nalgada, dejándome llevar un poco por mi imaginación.

Y gracias a eso, afirmé que realmente lo único que tenía puesto era mi playera.

—¡Blake!—Exclamó sorprendida con otro sonrojo haciéndose presente en sus mejillas.—¡Estate quieto!

Cadete Morgan 2. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora