El asistente del Alfa ~KookV~

°~18~°

Hoy es su último día de estancia en aquel pueblo, Jungkook decidió que sería buena idea ir juntos a una playa que Taehyung ni siquiera sabía que había por ahí, pero que Jungkook al investigar el lugar encontró, solo que no dijo nada porque se encontraban bastante ocupados asi como también no veía la posibilidad de poder ir.

Ambos Alfas se encontraban caminando tranquilos, a la luz de la luna, en silencio, las olas siendo el único sonido que se percibe, ambos sintiendo la arena en sus pies.

— Creo que es lo único bueno de este viaje — comentó Taehyung después de un largo silencio.

— Creo que lo más bueno de este viaje fue poder estar más tiempo unidos.

Taehyung se quedó en silencio sin saber que decir, para el todo esto era sumamente extraño y confuso, simplemente se dedico a observar su alrededor.

— Taehyung yo… tengo que decirte algo.

— Jungkook…

— No, déjame hablar.

El castaño asintió.

— No es común en mi llegar a tener cierto apego a las personas, ni siquiera pensé en la posibilidad de que podría terminar queriendo a alguien, siempre pensé que terminaría estando solo, que jamás llegaría a tener a alguien tan cercano, pero cuando llegaste a la empresa, quiero decir, al principio si me caías de la mierda, me jodia que siempre me llevaras la contraria, si algo no te parece simplemente lo dices, con el tiempo me fue agradando, hasta que sin darme cuenta comencé a sentir lo que nunca creí posible — giro su rostro hacia el lado opuesto, no queriendo encarar a Taehyung —. Comencé a tener sentimientos por ti.

El castaño paró de caminar, haciendo que Jungkook voltee en su dirección, por la poca luz de la luna no se notaba, pero estaba sonrojadisimo, levantó la cabeza mirando a Jungkook.

Taehyung sentía a su lobo aullar y removerse alegre, gritándole que se abalanzará sobre Jungkook, Taehyung como siempre ignorandolo.

— Yo… q-quizas tú e-estás confundido, no creo que…

— Taehyung — interrumpió —. Estoy muy seguro, yo nunca soy así con nadie, sinceramente por mi se pueden ir a la mierda todos, pero tú eres el único que me importa, el único por el que podría dejar todo, por el que haría cualquier cosa. Y antes de que digas algo, no te estoy pidiendo qué me aceptes, me correspondas o me quieras, simplemente quería decírtelo, es algo que rondaba por mi cabeza desde hace ya unos días y verdaderamente quería decírtelo — sonrió y miro su reloj —. Ya es tarde, volvamos que mañana tenemos un día ocupado.

El castaño asintió y comenzaron a caminar.

°~•~°

La pelinegra se encontraba en su auto, hace unos días que llego a Seúl, su madre se sorprendió cuando la vio, más ella no se molestó en darle una explicación, tampoco su mamá se esforzó por si quiera preguntarle el motivo, se encerró en su cuarto y no sale mucho desde ese día, solo cuando va a comprar comida chatarra como hoy.

Salió del auto apenas lo aparcó y camino al interior del supermercado, rápidamente buscando el pasillo de los helados, sonrió cuando lo encontró, se adentro y agarro dos botes grandes de helado, uno de chocolate y otro de vainilla, después se dirigió hacia el pasillo de los dulces, echó en la canasta gomitas, bombones, snacks, paletas… se extraño cuando no encontró los chocolates de su marca favorita, buscando por todo el estante de la izquierda, al no encontrarlo lo comenzó a buscar en el de la derecha, cuando por fin los vio en el estante de arriba estiró su mano, chocando con otra, giro su rostro hacia la persona, encontrándose con solo una tierna chica de baja estatura, castaña, Omega a juzgar por su olor.

Esta tomo la bolsa y se la extendió.

— Toma, puedes llevartela si gustas — sonrió.

— No… tu la tomaste primero.

— Insisto, tómala tu.

Suspiro cansada y agarro la bolsa y la metió a la canasta, se detuvo cuando la chica le tocó el brazo.

— D-disculpa la pregunta pero ¿Estás bien?

— ¿Umh? ¿A qué te refieres?

— E-es que tienes los ojos muy rojos e hinchados, además te ves demasiado pálida.

— E-estoy bien, es solo que tuve un pequeño problema con alguien, pero ya pasó.

Justo cuando la chica iba a comentar algo más, una voz infantil la interrumpió.

— ¡Somin!, ¿Porque tardas?, Te estamos esperando.

— Me tengo que ir, que te vaya bien — se despidió.

— Si…

Siguió buscando demás golosinas, cuando creyó que era suficiente camino y llegó a la fila de la caja para pagar, después de que terminará camino a la salida, se detuvo afuera para tomar mejor las bolsas ya que pesaban demasiado, cuando volteó hacia la izquierda pudo ver a la misma chica de hace un rato, con aquel niño y un chico bastante alto y guapo, tomándola de la cintura, camino pasando por enfrente de ellos deteniéndose cuando la chica la saludo.

— ¡Hola!

— Hola — sonrió —. ¿Es tu novio? — apunto al chico.

La chica se sonrojo fuertemente, negando con la cabeza y separándose un poco.

— N-no, e-el es un amigo.

— Soy Wonho — se presentó el chico sonriendo.

Estando cerca le llegó su olor, un Alfa…

— Mucho gusto, soy Sun-Hee, bueno me tengo que ir, se me hace tarde.

Se despidió y se dirigió a su auto, subió sus compras y comenzó a conducir, paso por un par de establecimientos de comida rápida antes de llegar a su casa.

Suspiro ya estando en su cuarto, la verdad sentía envidia por la chica, se notaba desde lejos que aquel chico la quería, además de parecer alguien de una personalidad realmente linda, se acurrucó en su cama, a ella realmente le dolía que Jungkook no la quisiera, sus sentimientos son verdaderos, pero su obsesión es fuerte.

Viendolo desde su perspectiva más egoísta, por encima de sus sentimientos está el orgullo, y lo sintió herido, se sinte humillada, y desde niña está acostumbrada a obtener cualquier cosa que desea sin importar como lo consiga, ya sean objetos o personas, pero lo obtiene, y ese Alfa no será la excepción.

Volteó cuando su teléfono comenzó a sonar, siendo una llamada entrante de la señora Jeon, la ignoro como siempre y se dedico a comer las fritura.

Total, hará su papel de víctima cuando se encuentre con ella para “explicarle” el porque no le contestaba.