El asistente del Alfa ~KookV~

°~20~°

— Por favor Jungkook, vayamos a cenar juntos.

— Por décima vez Sun-Hee, no quiero, no me interesa salir contigo, así que déjame en paz.

La chica pelinegra lo fulminó con la mirada, no se rendiría, lograría como sea y a costa de lo que sea para que Jungkook recapacite y se de cuenta de que es un error el estar enredado con otro Alfa, puede tolerar que Jungkook no salga con ella y termine con otra Omega, pero lo que no puede tolerar es que este con otro Alfa, eso es antinatural si se lo preguntan.

Se posicionó detrás de la silla donde se encontraba Jungkook, enredando sus brazos al rededor de su cuello inclinando más la cabeza para ponerla recargada en el hombro del azabache, dejando salir más su aroma.

Jungkook no se movia, este en su mente se decía que si la ignoraba se terminaría cansando y se iría de ahí, así que se dispuso a seguir con su trabajo tranquilamente.

Ella tranquila movía su cabeza en el hombro de Jungkook como si fuera un gato, a la vez que aspiraba eufórica el aroma dominante del azabache. Se detuvo cuando sintió otro más pesado, levantando la mirada.

— Deja de gruñir, es desagradable — murmuró la pelinegra con asco mirando fijamente al castaño.

Taehyung se detuvo, parpadeo varias veces, no supo en que momento había comenzado a gruñir y a dejar salir más su aroma, giro su rostro hasta toparse con los ojos contrarios, ambos se retaban con la mirada.

Taehyung, dándose cuenta de lo inmaduro que estaba siendo, decidió levantarse de su lugar, dispuesto a salir para refrescarse un poco.

— Señor Jeon, saldré un momento.

Jungkook levanto la mirada —. Bien, solo no tardes, más tarde vendrá un socio y te necesito aquí para que me ayudes.

El castaño asintió y salió de aquella oficina, primero decidió ir al baño para mojarse la cara, después saldría un poco para fumar, de verdad que esa chica lo estaba estresando, desde que llegaron de su viaje, ella se la pasa en la empresa, como pulga con Jungkook, no sabe que pretende con hacer eso pero es realmente molesto.

Al salir se sentó en una banca de ahí cerca, saco un cigarrillo, lo encendió y dió un calada, sacando después tranquilamente el humo.

Esos últimos días a estado rondando por su mente el asunto de sus sentimientos, otro asunto estresante, al que ahora no quiere darle importancia, prefiere disfrutar ese pequeño momento de tranquilidad, ya se ocuparía de eso más tarde. Miro su reloj, apagó el cigarrillo y se paró de la banca, se sacudió un poco y se adentro al edificio.

Mientras tanto la chica pelinegra celebrando que por fin el Alfa castaño había salido, apartó las manos de Jungkook del computador y las levantó, para después sentarse en su regazo y acercarse a él de manera provocativa, hasta estar a centímetros de su rostro.

— Bien Jungkookie, ¿Por fin te rendirás?

Jungkook con rostro inexpresivo, la tomo de las caderas, para después hacer que se levanté, él también se levantó de su lugar, la tomo del antebrazo y comenzó a caminar a la salida de la oficina.

— Vete.

— Pero… no, ¡no puedes echarme así de aquí!

Jungkook comenzó a sobrase las cien, ya harto de todo —. Solo lárgate, estás perturbando el ambiente aquí, en lugar de estar como perra encima de mi, deberías de ir a la empresa de tu padre y aprender a manejarla, si no, cuando esa compañía pase a tus manos, te aseguro que se irá al carajo, así que te recomiendo que mejor vayas a ocuparte de asuntos que si importan.