Había llegado el momento de seguir con su tradición.
Celeste y sus amigos iban a viajar a algún pueblo. Ninguno tenía claro de a donde iría, solo buscarían en la web pueblos poco civilizados (lo mismo que hacían todos los años) y escogerían uno al...
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NARRA LEANDRO STONE
Ellias toma a Celesteen sus brazos y nos dirigimos al baño, por suerte es una bañera, ella sigue desmayada y no despertara en un rato, ya hemos pasado por este proceso un par de veces, pero nunca se había quedado tanto tiempo bajo el agua de lluvia, Ellias la acomoda en la bañera y yo pongo la olla a un lado de la bañera y empiezo a pasar el agua por su cuerpo, su ropa interior es negra, por lo que no se transparenta, mi amigo coge el jabón líquido medicado que tiene Celeste, ella siempre está preparada para cuando suceden estas cosas; empieza a pasarlo por sus cuerpo y enjabonarla, toma el champo para lavar su cabello también, en otro caso el estaría nervioso, pero sigue fuera del planeta tierra.
Utilizo el agua caliente y la enjuago quitándole todo el jabón, Ellias la carga sacándola de la bañera y la deja en el suelo, donde yo previamente he puesto una toalla, empezamos a secarla entre los dos, cuando ya lo está la llevamos al cuarto y le untamos la crema refrescante que ella tiene, su piel arde por la fiebre así que es vital que le pongamos esa crema, luego le ponemos un vestido bastante ligero que ella usa para estar en la casa y por ultimo le dejamos una bolsa de hielo en el cuello, ambos salimos del cuarto, solo nos queda esperar a que ella despierte.
Ellias y yo estamos más tranquilos, pero aún se siente la tensión en el aire.
—¿Me vas a decir que te paso? — Pregunto un poco impaciente y curioso.
—¿Tanto se me nota? —Dice él en respuesta.
—¿En serio lo preguntas? Te conozco, Ellias, algo te preocupa.
—Es bastante difícil de explicar, pero lo intentare...
NARRA ELIAS DUNCAN
Hace unos momentos...
Leandro y yo nos hemos separado para buscar a Celeste, ella es alérgica a la lluvia y va a empezar una tormenta, mi amigo ha ido por los lados de la residencia y yo he venido al parque, sé que a ella le gusta venir aquí por lo que me pareció buena idea empezar por aquí. Lo más probable es que este escribiendo, a esa mujer le encanta escribir, pero sabrá mandraque porque no publica nada de lo que escribe, ni siquiera nosotros sabemos sobre que escribe.
Sin darme cuenta me he quedado quieto en medio del parque sonriendo como un idiota mientras pienso en ella, pero ¿Quién puede juzgarme? Esa loca y curiosa mujer es lo que más quiero en esta vida, desde todos los puntos de vista que haya. Las gotas de lluvia empiezan a caer y maldigo a todo ser. Empiezo a correr dándole la vuelta a todo el parque hasta que una pequeña risa hace que todo mi cuerpo se congele, se gracias a las películas que esa risita no es nada bueno, volteo mi cabeza hacia todos los lados buscando de donde proviene la risa y la veo...
Es Celeste, pero a la vez no es ella.
La chica que veo tiene una sonrisa maniaca en el rostro y está bailando bajo la lluvia (énfasis especial en esto último)
