Había llegado el momento de seguir con su tradición.
Celeste y sus amigos iban a viajar a algún pueblo. Ninguno tenía claro de a donde iría, solo buscarían en la web pueblos poco civilizados (lo mismo que hacían todos los años) y escogerían uno al...
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NARRADOR OMNICIENTE
Lessie había dejado que volviera Celeste y en este momento la pobre estaba teniendo una pesadilla, no sabía cómo diferenciarlo, solo sabía que no estaba participando, era espectadora en este extraño sueño...
Ambos científicos observaban con curiosidad el cuerpo que tenían en el cuarto de cristal, este no se movía, pero sus signos vitales estaban estables, ellos se prepararon para ingresar la nueva sustancia en el ya débil cuerpo, este había soportado muchos experimentos, pero este era diferente, era arriesgado, podía ser un fracaso total o un rotundo éxito y aunque no lo admitieran estaban nerviosos.
Con el brazo del robot inyectaron el líquido azul brillante y los ojos se abrieron, el cuerpo empezó a sacudirse con violencia y cuando los científicos iban a desconectarlo todo se detuvo, incluso la luces se apagaron, un fuerte estruendo seguido de unos rápidos pasos se escuchó y las luces se encendieron, del susto ambos científicos se echaron hacia atrás al ver el cuerpo desnudo enfrente de ellos mirándolos fijamente con esos ojos azules brillantes como un relámpago, una media sonrisa apareció en sus labios y su cabeza se ladeo un poco de forma casi curiosa.
—Hola— Aquella voz tan suave como la seda no parecía en lo absoluto salir del cuerpo frente a ellos.
Uno de los científicos tomo el intercomunicador y llamo a su jefe.
—Señor, el experimento funciono.
El hombre al que llamaban jefe sonrió desde su despacho, casi nunca lo hacía, pero esta era una ocasión digna de celebrar, esa era la noticia que había estado esperando durante tanto tiempo, ahora el plan podía comenzar sin ningún inconveniente, los demás peones estaban listos y la reina había llegado para darles fuerza.
Su sueño se vio interrumpido por un fuerte sonido, era Ellias, el cual no midió su fuerza al entrar al cuarto, estaba feliz por lo que había descubierto y por supuesto quería compartirlo con su amiga, el problema era que por lo profundo del sueño Celeste entro en parálisis al sentir el mundo alrededor de ella seguir su curso sin ella poder hacer algo al respecto, ella trataba de moverse con todas sus fuerzas, pero era imposible, no podía mover sus ojos, ni sus brazos, ni su cuerpo, ni siquiera sus pestañas, Celeste se estaba asustando y el chico a su lado también al ver que ella no reaccionaba.
Por fin Ellias pareció comprender lo que sucedía, ya que por extraño que sonara podía sentir ciertas cosas que le pasaban a Celeste, obvio esto nunca se lo diría a nadie, era su secreto. Con tranquilidad se acercó a la cama de Celeste y empezó a susurrarle palabras tranquilizadoras a la joven, ella a su vez al sentir la presencia del chico empezó a relajarse, a respirar profundo y poco a poco fue recuperando el control total de su cuerpo, al abrir los ojos estos estaban rojos y derramaban lágrimas, nunca en su vida había tenido tanto miedo, incluso llego a pensar que estaba muerta, pero no, todo estaba bien, así que sin pensarlo dos veces se lanzó a abrazar a Ellias con fuerza, para cerciorarse de que él estaba allí con ella.
