NARRA DESCONOCIDO #1
Entre al cuartel, como siempre lo primero que me recibió fue la recepción, la fachada de este lugar era en extremo creíble, entre al ascensor y con mi llave presione el piso -1, cuando las puertas del ascensor se abrieron me encontré con el cuartel real, camine con tranquilidad, para nadie aquí era extraño verme con un cuerpo al hombro, empezando porque yo era el jefe y hacia lo que me viniera en gana (claro que no me aprovechaba de eso) y también porque yo era el encargado de encontrar, capturar y castigar a los traidores.
—¡Silas! ¡Prepara el laboratorio!
—Sí señor.
Seguí por los pasillos, estos son de metal pintado de negro, de las puertas sale humo espeso, son habitaciones en las que se hacen experimentos de nuevos medicamentos o potenciadores a nuestras habilidades, siempre es bueno tener un as bajo la manga o incluso más de uno, nunca se sabe con qué estupidez saldrán los del sur y hay que estar preparados.
Mas pasillos.
Que sí que.
Juro que me perdería en este lugar si no llevara tanto en este lugar, por fin llegue a la sala de interrogaciones, lance al chico a la silla y lo amarre de manos y pies, cogí el balde que había a un lado y se lo eche encima, despertó enseguida, bien.
Que efectivo ese balde.
Si.
Abrió sus ojos de golpe y observo a su alrededor, una mueca de aburrimiento se abrió paso en su rostro y me pregunte ¿Cuándo habían modificado tanto a este chico? En este momento tiene comportamientos psicópatas.
Aquí pasa algo y no me gusta la sensación de no saber qué.
—Bienvenido al cuartel del norte— Mencione con sarcasmo y él solo rodo los ojos. —Aunque tú ya has estado aquí y supongo que no tienes problema en reconocer el lugar, solo que es la primera vez que estas de ese lado de la sala de interrogaciones. Cuéntame ¿Qué se siente? —Que refrescante es esto.
—Normal, no es como que me importe— Ugh, odio a este chico.
—No juegues con mi paciencia.
—Lo que sea.
—Te juro que trato de controlarte, no pienso matarte hasta que no me digas ¿Cómo es que te torciste? Eras de nuestro lado al empezar esto, te dimos todo lo que necesitabas, estábamos cerca de ti y de los demás en cada segundo, te creamos, no me explico cómo tuviste la valentía de traicionar a tu jefe y más aún, no me explico cómo lo hiciste sin que nos diéramos cuenta.
—Quizá y no lo tienes todo tan monitoreado como tú crees, quizá y hay un error en tu plan— Imposible.
—Lleva siendo planeado desde hace 3 años, ¿tú crees que todavía hay algo en lo que no haya pensado? —Mi respuesta lleva la calma que posee una laguna, confió plenamente en el trabajo que hemos hecho y no en esta rata que solo quiere meterme dudas.
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OLVIDO ✅️
Misterio / SuspensoHabía llegado el momento de seguir con su tradición. Celeste y sus amigos iban a viajar a algún pueblo. Ninguno tenía claro de a donde iría, solo buscarían en la web pueblos poco civilizados (lo mismo que hacían todos los años) y escogerían uno al...