Había llegado el momento de seguir con su tradición.
Celeste y sus amigos iban a viajar a algún pueblo. Ninguno tenía claro de a donde iría, solo buscarían en la web pueblos poco civilizados (lo mismo que hacían todos los años) y escogerían uno al...
Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.
NARRA AARON
—¡DETENGANSE TODOS! —Una potente voz suena por todo el claro y no soy yo.
Tienes competencia en eso de la voz fuerte.
Cállate.
Observo que lo queda del cuartel del sur se pone detrás del hombre que ha gritado, luego mi cuartel se pone detrás de mí, al identificar ese hombre me quedo muy quieto, es Mehmet, el hermano de mi jefe.
Mehmet, ¿Qué haces aquí?
No lo sé, pero eso no puede ser algo bueno, aunque a la vez será más fácil eliminarte.
—Aaron, querido amigo, acércate— Dejo escapar una risa amarga y camino hacia él, cuando estamos frente a frente también me sonríe.
—Tu y yo no somos amigos— Escupo.
—Eso dolió, acabas de lastimar mis sentimientos. —Finge una mueca de dolor y yo ruedo los ojos, luego sonríe otra vez, este hombre está loco. —¿Sabes? Luego desearas ser mi amigo porque solo yo puedo salvar a la querida Alessandra y a su amigo.
—No te atrevas a hablar sobre ella— La furia nubla mi mente y corro hacia él dispuesto a hacerlo trizas por mencionar su nombre, dos de sus secuaces salen y me detienen, los golpeo y un tercero que no había visto me inyecta algo en el cuello, en el instante se me van las fuerzas, caigo al suelo de rodillas y me siento mareado, sé que mi cuerpo puede resistir lo que sea que me inyectaron, pero también sé que estaré un poco inútil un rato.
—Mencionare su nombre si quiero hacerlo, no creo que puedas hacer mucho al respecto, no si quieres salvar su vida.
—¿Qu-que has hecho? —Hablar, es difícil, pero se puede, esto que me inyectaron no era muy fuerte.
—¿Yo? Nada, pero una buena amiga tuya si ha hecho algo— Casi que la traición se asienta en mi pecho hasta que veo quien sale de atrás de Mehmet, es Samary, esa perra me importa muy poco, pero me sorprende que este arrastrando el cuerpo de su marido.
—Tuve que matarlo, él no dejo que yo saliera— Dijo la voz cantarina de Samary, pensé que su voz es absolutamente irritante.
—Bastante divertido... veras Aaron, has perdido, todo este rollo que tú y mi hermano se inventaron, muy inteligente, por cierto, pero no les sirvió de nada, ¿sabes por qué? Porque cuando se destruya este pueblo yo encontrare otro y empezare de nuevo y hare eso las veces que sean necesarias y no podrás detenerme porque tu hija morirá hoy, entonces, te lo digo otra vez, todo el esfuerzo de tres años se ha ido por la basura. Cuando tu hija muera ¿Qué será de ti? Quiero ver eso. —Mientras él habla voy logrando mover un poco mis manos.
—Cállate, ella salió del pueblo y debe estar viajando a California en este momento— Bastante efectivo que mi cuerpo se recupere rápido, pero pienso que ellos saben eso y que será por algo que no me dejaron tan débil.
